Nadie puede expresar con certeza lo que este martes pasará en las votaciones intermedias de Estados Unidos.
Así funciona la democracia. Está claro sin embargo que los estadunidenses elegirán entre un Partido Demócrata que apuesta en favor de la preservación de la democracia del país y un Partido Republicano que la ha puesto en peligro y la quiso sepultar el seis de enero del 2021 cuando huestes enardecidas y arengadas por el magnate del tabique, Donald Trump, penetraron de manera violenta en el Capitolio, el recinto legislativo, para frustrar la validación del triunfo electoral de Joe Biden en los comicios de noviembre del 2020. Esta es la diferencia esencial entre ambas organizaciones partidistas y esa es la diferencia que deberían aquilatar los votantes estadunidenses, en lo que bien podría denominarse el “Día D” para ese país.
Es cierto, los problemas de inflación, inseguridad y de una economía que no termina de recuperarse debido a la pandemia del coronavirus y la guerra desatada por Rusia contra Ucrania en febrero de este año, agobian a la población del país vecino del norte, algo que ocurre por casi idénticos motivos en otras naciones del mundo, con repercusiones propias.
En vísperas de los comicios en ese país, de más de 330 millones de personas, los republicanos daban señales de encaminarse a importantes triunfos, con un llamado insistente a castigar a los demócratas por sus resultados en inflación e inseguridad.
Los demócratas, bajo la égida del presidente Biden, y sus predecesores, Barack Obama y Bill Clinton, hicieron ver que un triunfo republicano socavaría la democracia del país.
Este martes, los electores estadunidenses decidirán la composición del Congreso y varias gubernaturas. El resultado definirá en buena parte el futuro del gobierno de Biden en los dos años restantes y dará una señal de la próxima elección presidencial del 2024.
El representante Sean Patrick Maloney, responsable de campañas políticas demócratas en la cámara baja, pelea de manera cerrada su escaño en el norte de la Ciudad de Nueva York. Ayer domingo dijo sin embargo que los demócratas “tendrán un mejor desempeño el martes de lo que la gente cree”, y ratificó que como adultos responsables “creemos en la democracia”.
Maloney argumentó además que si bien la contienda será muy competida, todos aquellos ciudadanos que estén preocupados por el extremismo de este movimiento MAGA -Make America Great Again-, que encabeza Trump, y que incorpora el racismo, el antisemitismo y la violencia, “tienen que salir a votar, y no me refiero solo a los demócratas, también los independientes y los republicanos razonables”.
Trump, quien tenía programado una concentración en Miami el domingo, espera que buenos resultados el martes, impulsen una posible campaña presidencial suya en el 2024. Se prevé que en los próximos días o semanas Trump lo anuncie.
En Pensilvania, el sábado por la noche, Trump dijo que esperaba que el Partido Republicano tuviera “una victoria histórica” en las elecciones intermedias.
Para los demócratas a nivel nacional, la atención se enfoca en el destino de su estrecho control de la Cámara de Representantes y el Senado.
La historia indica que el partido en el poder sufre pérdidas en las elecciones intermedias. Trump lleva mucho tiempo afirmando falsamente que perdió las elecciones de 2020 porque los demócratas hicieron trampa, e incluso ha empezado a plantear la posibilidad de un fraude electoral este año. Las agencias federales de inteligencia están advirtiendo de la posibilidad de violencia política por parte de extremistas de derecha.
A la mitad de su mandato, Biden centra su discurso en la defensa de los principales logros legislativos de su gobierno, al tiempo que advierte que el derecho al aborto, el derecho al voto, la seguridad social y Medicare peligran si los republicanos ganan el control del Congreso.
Al acompañar a Biden en Filadelfia el sábado, Obama recordó que generaciones de estadounidenses murieron por la democracia y que “no se puede dar por sentada”.
Lee Saunders, presidente de la Federación Estadounidense de Empleados Estatales, Municipales y de Condados, el mayor sindicato de empleados públicos del país, con 1,4 millones de miembros, apoya a los demócratas, y anticipó que será duro, y difícil, “pero no perdemos la esperanza”, dijo.
Saunders admitió que la gente está preocupada por la economía, pero dijo que también hay preocupación por las libertades “que se les están quitando, tanto si se habla del derecho al voto como si se habla del derecho de las mujeres a elegir”.
Obama destacó a su vez que “Enfadarse y desanimarse no es una opción” en los comicios del martes y convocó a asegurarse de que Estados Unidos “no retroceda 50 años”.
En el estado de Nueva York, Clinton, quien se había ausentado de la política nacional los últimos años, se integró a las acciones de apoyo a su partido.
¿Cómo votarán los estadunidenses? Mañana martes, cuando cierren las casillas y cuando se han ya depositado casi 40 millones de votos, sabremos lo que vienes en el país vecino del norte, el mayor socio de México en materia económica y comercial. Amanecerá y veremos.
Roberto Cienfuegos J.
@RoCienfuegos1