Este lunes, el ex canciller Marcelo Ebrard despejará las dudas en torno a su futuro político inmediato. El o los anuncios
que haga vendrán con jiribilla. Pero tampoco es que haya mucho qué anunciar luego de la derrota sufrida por Ebrard el miércoles pasado cuando el dirigente de Morena, y su ex aliado político, Mario Delgado, acompañado del gobernador de Sonora y presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo Montaño, revelaran que la ex jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo sería la abanderada de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
En realidad, este anuncio tampoco fue anuncio. De hecho, cuando se confirmó seguramente muchos recordamos aquella letra del tema musical denominado “Presentimiento” de Lucho Ramírez.
Recordemos la letra de Presentimiento, que dice: “Sin saber que existías, te deseaba. Y antes de conocerte, te adivine. Llegaste en el momento, en que te esperaba. No hubo sorpresa alguna, cuando te hallé. El día en que cruzaste, por mi camino, tuve el presentimiento, de algo fatal. Esos ojos me dije, son mi destino, y esos brazos morenos, son mi dogal”. Versos ni mandados a hacer para Ebrard, que pecó de ingenuo o de soberbia, aunque creo que fue lo primero, peor para él.
Como sabemos Ebrard ni siquiera asistió al besamanos en el World Trade Center, donde Sheinbaum se dio el lujo de aparecer enfundada en un vestido color guinda, lo que hizo creer a muchos – no sin razón- que ya sabía la decisión por anunciarse, la expresión quizá más clara y contundente de una crónica anunciada, eso sí.
Como dijera el clásico, Ebrard se voló la barda al llamar “cobardes” a su ex aliado Delgado y al propio gobernador sonorense, un epíteto que será difícil olvidar y por supuesto recoger, y que además lo coloca virtualmente fuera de las líneas de Morena. De hecho, el propio Ebrard dijo que se quedó sin espacio en Morena, aun cuando ratificó que su nombre aparecerá en la boleta en la elección presidencial del 2024.
Las voces de Sheinbaum y del presidente Andrés Manuel López Obrador podrían ya ser tardías para Ebrard. La ex jefa de gobierno dijo que las puertas seguirían abiertas para Marcelo, a quien -dijo- envió mensajes sin que éste respondiera. López Obrador avaló el proceso de consulta que dio ganadora a Sheinbaum y liberó a su ex canciller para que tome la decisión que más le convenga. “Es libre de tomar la decisión que le parezca más conveniente”, dijo López Obrador de manera categórica y sin mayor contención.
Incluso López Obrador dijo con un tono desdeñoso, que Ebrard podría quedar de segundo si se postula a la presidencia del país y relegar a un tercer sitio a Xóchitl Gálvez, con lo que le propinó un nuevo descalabro al ex canciller y le recetó su sitio electoral, es decir, siempre por detrás de Sheinbaum.
Ricardo Monreal, el peor calificado en la encuesta de Morena, dijo sin embargo que sería un error desdeñar la fuerza política de Ebrard, quien incluso fue prácticamente borrado por el resto de los contendientes por la coordinación de los comités de defensa de la 4T en los discursos jaculatorios en favor de Sheinbaum.
¿Qué le queda por hacer a Ebrard después de su derrota y berrinche? No mucho al parecer, aun cuando tenga el mejor perfil profesional y político de las ex “corcholatas”. Marcelo tiene además compromisos con los cuadros políticos que lo siguieron en su intento presidencial, entre ellos la ex subsecretaria Martha Delgado, la primera en renunciar a su cargo en Cancillería para seguirlo, la senadora Martha Lucía Micher, y numerosos diputados, pero ¿se la van a jugar para quedarse sin nada o con muy poco luego de ir por la grande? ¿Hará el juego a Movimiento Ciudadano, así resulte otra apuesta perdida. Ni siquiera lo veo con Xóchitl porque lo llamarían traidor, con lo que eso implica.
Añada usted que López Obrador ya sentenció: ninguno de los seis que tomaron parte del proceso interno son “ambiciosos vulgares”. ¿Entendiste Ebrard?
En todo caso, hoy se develará el misterio al levantarse el telón.
Roberto Cienfuegos J.
@RoCienfuegos1