El harakiri de Ebrard

Una, otra y otra vez, el ex canciller Marcelo Ebrard trató de espantar con el petate del muerto. De manera previa a cada

una de estas veces, abrió una gran expectativa sobre su presunta convicción de la inexistencia de un plan “B” y aun su inevitable candidatura presidencial como abanderado de los guindas..

Aun antes de formalizarse la virtual candidatura de la ex jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, Ebrard hizo creer a muchos potenciales electores y no pocos “comentócratas”, que un eventual fracaso de su candidatura presidencial, lo llevaría a otros predios políticos, entre ellos el Partido Movimiento Ciudadano de Dante Delgado.

Xóchitl Gálvez, la virtual abanderada del Frente Amplio por México, dijo incluso en septiembre pasado, una vez ya investida Sheinbaum con el abanderamiento de Morena y dotada del bastón de mando, que intentaría establecer contacto con Ebrard esa misma semana.

Gálvez dijo entonces sobre el ex canciller: “se ve que tiene medio pie fuera de Morena”, aunque “sigue” en Morena.

De igual forma, aún el domingo 12 de noviembre, cuando venció el plazo de inscripción en Movimiento Ciudadano, Delgado esperaba a Ebrard, quien hizo mutis, pero anunció que 24 horas más tarde, el lunes 13, él mismo haría un anuncio sobre su futuro político.

Al igual que en al menos dos ocasiones previas, Ebrard desilusionó a quienes pensaron que el ex canciller daría una lección de congruencia con sus posturas previas y sus convicciones, una y otra vez manifestadas a voz en cuello.

¿Pero con qué salió Ebrard? Pues con nada. Al parecer y conforme a sus propias declaraciones del lunes 13 de noviembre, se dio cuenta de que él milita en Morena. ¡Por favor! ¿En eso terminó su historial y trayectoria política, tan ensalzada por él, sus seguidores más fervientes y aún reconocida por muchos?

Obvio, tanto la virtual candidata presidencial de Morena como el presidente López Obrador, se dijeron felices, satisfechos con la determinación de Ebrard, quien -debe decirse- salió barato para Morena por razones que naturalmente se desconocen a ciencia cierta, pero que pueden hacer pensar desde que le llegaron al precio político o que experimentó temor de hacer casa aparte, algo que no perdonarían López Obrador y tampoco la virtual abanderada presidencial de Morena.

¿Habría ahora e incluso a futuro que creer en Ebrard? Muchos mexicanos vieron cómo el ex canciller se desinfló ante el aparato político al que sigue sirviendo, pero al que denunció y acusó de muchas cosas que para él resultaban inaceptables. 

Quizá la pregunta clave o crítica resulte ¿Por qué Ebrard se sometió? Saque usted afable lector (a) sus conclusiones porque al menos las explicaciones de Ebrard a estas horas ya salen sobrando. A la luz de las circunstancias ¿Por qué habría que creer en Ebrard? El peor saldo de su sometimiento a Morena será su propia ausencia de credibilidad, sin contar su apaciguamiento. De esta manera Ebrard se hizo su propio harakiri. Ni hablar. Aunque también dicen quienes saben que más vale un mal arreglo que un bueno pleito. ¿Será?

Olvera, el ungido

Me comentan que el que parece ser el ungido nada menos que de la Cuarta Transformación para el municipio de San Agustín Tlaxiaca, sí, un municipio cercano a la capital hidalguense, es Marco Antonio Olvera, quién con base en un trabajo intenso con los grupos vulnerables de su localidad, ha logrado la aceptación de la comunidad.

Aseguran que Olvera cuenta con la simpatía de campesinos, amas de casa, personas de la tercera edad, con lo que coloca en las preferencias, por arriba de los otros contendientes de Morena para esa alcaldía.

Sus raíces están en San Agustín Tlaxiaca, un pueblo de más de 38 mil habitantes, reconocido por la producción de nopal, tuna y maguey.

Destacan entre sus labores sociales el hecho de lograr que las autoridades locales y federales los escuchen para lograr la regularización de parcelas y solares, así como el tratamiento de aguas residuales para los lugares donde este líquido no llega. Amanecerá y veremos. Por lo pronto, queda aquí el apunte.

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1