Entre las lluvias y el Debate

Confieso que tras atestiguar anoche el segundo debate entre quienes aspiran a gobernar la cada vez menos gobernada

Ciudad de México, la mega urbe del país cada vez menos habitable y cuajada de retos de difícil gestión y solución, decidí escribir las líneas abajo con el propósito de resaltar las cosas buenas y aun aquellas que en apariencia resultan malas, sin que en verdad lo sean del todo.

El viraje del tema por comentar hoy fue además la consecuencia directa de la felicidad que animó a residentes y paseantes la tarde del sábado en la ciudad de Pachuca, la capital hidalguense, ante el advenimiento por tercer día consecutivo de una lluvia, que espero también haya empapado otros municipios del Estado, enclavado geográficamente en el corazón de México.

Un asunto concreto y puntual este de la lluvia para dar rienda suelta a la algarabía hidalguense, en particular en estos días y semanas de una seca perniciosa que ha originado no pocos incendios, como el que aún se combate en Mineral del Chico, un pueblo de la montaña, cercano a la capital hidalguense y donde tres siniestros derivados de la quema de basura han devorado casi 12 hectáreas.

De hecho informes periodísticos revelaron estos días que hasta el 16 de abril pasado, el Estado de Hidalgo ha registrado casi un centenar de siniestros, con daños en casi dos mil 300 hectáreas, entre material herbáceo, arbustivo, arbóreo y hojarasca. Los municipios afectados incluyen Acaxochitlán, Zacualtipán, Cuautepec, Almoloya y Singuilucan, aunque también otros. El 27 por ciento de estos incendios, son considerados por autoridades de origen intencional, así no se crea en tanta estulticia.

La del sábado marcó el tercer día al hilo de lluvias, con lo que se rompió una tensión por la falta de agua lluvia y de calor intenso. Hasta prácticamente la mitad de la semana pasada, todo hacía indicar que la lluvia seguiría ausente, pero muy afortunadamente, los tlaloques rompieron los cántaros y con ellos las nubes para dejar el regalo de tardes cuajadas de frescura, y aún el anuncio de un verdor mayor en las próximas semanas, así como de mejores cosechas en el campo hidalguense que abaraten los precios de lo que se pone en la mesa, algo esto último que invita además a reflexionar sobre la importancia del campo y las lluvias, así como del trabajo de quienes procuran nuestra comida de cada día, algo que de tan obvio parece olvidarse con mucha frecuencia.

Estas lluvias alientan además el optimismo, racional claro, y la convicción de que las personas, o el género humano, encuentra caminos invariablemente. Siempre ha sido así, la historia es la maestra de la vida y enseña que hay mucho que aprender, agradecer y vivir.

Sobre el debate que protagonizaron anoche los aspirantes Clara Brugada, Santiago Taboada y Salomón Chertorivski, ya habrá tiempo de comentar. Después de todo, la lluvia es algo muy importante.

Al cierre déjeme hacer una apostilla si acaso sobre el debate: Chertorivski dejó ver una vez más preparación, propuestas y respuestas a los peores problemas de la Ciudad de México relacionados con el agua, la transparencia y el combate a la corrupción. Veremos.

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1