Con el vaticinio para depurar el medio sindical de supuestos manejos turbios de los contratos colectivos de trabajo,
porque se estaba atentando contra la libertad sindical de los trabajadores, como una idea vendida por el actual gobierno a fin de presentarse como benefactor de la clase trabajadora.
Una vez que se puso en marcha la Reforma Laboral creció la amenaza contra los sindicatos de toda índole, principalmente aquellos que según la versión del gobierno morenista, manejaban "contratos blancos o de protección" y que con ello harían caer a centrales obreras porque operaban en la impunidad.
El discurso proveniente de asesores con piel de abogados democráticos como Arturo Alcalde Justiniani, papá de Luisa María Alcalde, Secretaria primero del Trabajo y Previsión Social y ahora de Gobernación, empujaron para ir sobre el sinficalismo oficial como le llaman de centrales obreras que vaticinaron se caerían "a pedazos".
Llegó la legitimación de contratos de los sindicatos mediante el voto libre, secreto y directo y ni las propias autoridades sabían cuántos contratos había, Alfredo Domínguez Marrufo, Director del Centro Federal de Registro y Conciliación Laboral dependiente de la STyPS y compadre de Alcalde Justiniani, no Acertaba y decía que eran más de 500 mil en todo el país.
Pero la realidad le hizo ver qué solo alcanzaron a legitimar unos 130 mil y no encontraron como por muchos años lo gritaron esos contratos "de protección" que según los trabajadores desconocían y con muchas deficiencias en las votaciones, incluso para avalar dirigencias se registraron manejos dudosos , como la elección del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la RM, que llevó al trono a Ricardo Aldana, para desterrar a su compadre y extinto Carlos Romero Deschamps, porque ya no encajaba con los transformadores, un petrolero acusado hasta de fraude, pero que el gobierno obradoristas lo quería ahí, para poder manejar todo a modo.
Y así se dieron otros datos al estilo del huésped de Palacio, porque el gallo morenista Pedro Haces, un ex cetemistas corrido de las filas por incurrir en un robo de un taxi y cometer todo tipo de anomalías, creó la llamada CATEM,, que según se ufanaba sería la nueva CTM, nada más que la legitimación solo registró a 130 mil trabajadores, con solo cuatro contratos ya exo le llamo el nuevo sindicalismo.
Así la Reforma Laboral siguió caminando y llegó a la legitimación de las dirigencias sindicales, mejor conocida como "Toma de Nota", ahora llamada constancia de representatividad, dónde el Centro Federal de Conciliación, ha reflejado burocracia y manejos dudosos para expedirlas, con argumentos de poco peso, como el hecho de no tener una coma o algún diferendo a juicio de las autoridades de este centro.
La situación se ha tornado difícil para muchos sindicatos, porque los afiliados al Congreso del Trabajo que preside Reyes Soberanis Moreno, han levantado la voz para exigir mayor eficacia, porque no pueden firmar contratos y eso deja en estado de indefensión a los trabajadores de muchas ramas. productivos.
Javier Cerón Espinosa