Algo más que palabras (Víctor Corcoba H)

“Ojalá los adultos aprendiéramos a sentirnos mirados por los ojos de los niños, cuando menos para que nos tocara el corazón su caricia, y pudiéramos despertar a un propósito de rectificación, ante el diluvio de ineptitudes sembradas”.

(Dios ha distinguido al ser humano en la cruz de su Hijo, robusteciéndole en los trayectos existenciales ―incluso cuando esas rutas están desbordadas de angustias ― mediante el símbolo de la Nueva y Eterna Alianza, esto es, con el aliento/alimento de su Cuerpo y de su Sangre)