Algo más que palabras (Víctor Corcoba H)

HACIA NUESTRA MIRADA INTERIOR, CON LA INMACULADA MADRE COMO ESPEJO DE JUSTICIA  ("Iesum, benedictum fructum ventris tui, nobis post hoc exilium ostende. O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria //. Después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡Oh piadosa ! ¡Oh dulce Virgen María! ”)

“Nuestro mayor tesoro son los corazones unidos”

Somos una generación que hemos perdido actitudes de decoro y compromiso; nuestro comportamiento como especie pensante muestra una imagen desastrosa, sin autenticidad ni principios en la mayoría de las ocasiones. Fracasan los liderazgos y, también nos frustramos nosotros, con nuestro propio obrar. El yugo de la opresión, el reinado de la falsedad y la dominación de un poder sin escrúpulos, nos está destruyendo el innato proyecto de vivir unidos.

"El origen de la ciencia fue la caída del ocultismo" 

El mundo de la ciencia no cesa en sorrendernos, y pienso, que es el gran agente actual de cambio en el mundo, al menos de subsistencia, pues son muchos los desequilibrios cosechados entre análogos y con nuestra propia casa común. Realmente, hoy más que nunca necesitamos respuestas probadas para salvaguardar la salud del planeta y la nuestra;

"Hay que salir de esta visión del mundo siniestra que nos lleva al derrumbe"

Necesitamos reponernos como generación, tomar el espíritu solidario como deber y el ánimo cooperante como obligación ciudadana. Sin duda, el COVID-19 es algo devastador, puesto que detrás de los fríos números de las estadísticas, quedan vidas truncadas, corazones heridos, familias hundidas en nuestras propias miserias humanas.

(El auténtico amor no se conoce por lo que requiere, sino por aquello que reconoce y quiere custodiar) 

I.- LA FIESTA QUE NOS TRANSFORMA
El verdadero éxtasis es una fiesta que se forja en el alma,
es una recepción de pulsos y una ceremonia de sueños,
un vivir desviviéndose por vivir para el otro legándose,
pues no hay mayor don que estar juntos y saberse amar,
olvidándose de uno mismo, ¡perpetuándose en el querer!