Donde vive el amor, nadie muere
(El auténtico amor no se conoce por lo que requiere, sino por aquello que reconoce y quiere custodiar)
I.- LA FIESTA QUE NOS TRANSFORMA
El verdadero éxtasis es una fiesta que se forja en el alma,
es una recepción de pulsos y una ceremonia de sueños,
un vivir desviviéndose por vivir para el otro legándose,
pues no hay mayor don que estar juntos y saberse amar,
olvidándose de uno mismo, ¡perpetuándose en el querer!