“Devorarse unos a otros es convertir el planeta en una verdadera selva, donde nadie queda a salvo, pues la primera víctima de esta contienda es la propia
Somos seres en permanente tránsito. En realidad todo está en movimiento. Nada permanece estático. Esto es la propia vida; un continuo descubrir de rumbos para
Siento debilidad por aquellas gentes que son efectividad humanística, artesanos de lo armónico, que no escatiman esfuerzos a la hora de ser constructores de
“Se nos olvida que la cultura permanece, que es nuestra continuación en el tiempo, y que perpetúa la vida de cada cual en su universalizada entidad diversa”.