El ejemplo de Pedro Castillo desdibuja al presidente, Andrés Manuel López Obrador, que ayer defendió a su homólogo,
al igual que el pasado lunes se pronunció en favor de Pedro Castillo -quien fuera hasta el día de ayer 7 de diciembre a las 13 horas, presidente del Perú- argumentando que las fuerzas obscuras de los conservadores y opositores impedían las acciones del gobierno de Castillo. Y en el decir de López Obrador; los medios de comunicación corruptos e hipócritas no daban la oportunidad de avanzar e implementar el nuevo regimen, así como el establecimiento del revolucionario modelo de izquierda populista peruano.
Hoy, habremos de ver si el presidente mexicano pone las barbas a remojar, ante el rechazo del golpe de estado en el Perú, así como de la destitución y detención del presidente golpista, que en su afán de establecer un gobierno dictatorial violó consuetudinariamente la constitución de su país.
El ejército peruano, haciendo honor a su lealtad a la patria y en defensa del orden constitucional, asumió la responsabilidad de rechazar el golpe de estado perpetrado por al ahora usurpador e indiciado por traición a la patria, Pedro Castillo.
La corrupción en el Perú, como en México, es una muestra de la normalización de la destrucción del Estado de Derecho, solapado por los beneficiarios de la opulencia, quienes se dicen defensores del "Pueblo bueno".
La corrupción socava a las instituciones y destruye a las naciones, la corrupción en un gobierno, arropada por los hombres que rodean al presidente del Poder Ejecutivo, que disfrutan de sus prebendas y reparto de cotos de poder, acaban con la Patria y la Nación.
La ofensiva del presidente López Obrador, en contra del Instituto Nacional Electoral (INE) es muestra precisamente del intento de someter a las instituciones al autoritarismo y designio de un sólo hombre.
Al Senado de la República le corresponderá la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir el texto constitucional, para enderezar la aberración cometida en la Cámara de Diputados el día de ayer, al no respetar el proceso parlamentario y por lo menos, el mínimo protocolo para la creación o modificación de las Leyes Secundarias.
Habrá que ver si el ejemplo de lo ocurrido en el Perú refleja, como espejo a los mexicanos, la importancia de arropar la defensa de las instituciones en un país habido de respeto, democracia y justicia.
Por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador, no podrá acudir a la reunión planeada para el 14 de diciembre en el Perú, con su gran amigo Pedro Castillo. Al menos, le queda el consuelo de que lo podrá ver "escribir en la carcel, bien arropado y protegido"... como diría el clásico.
Eduardo Ramos Fusther
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@RamosFusther
Licenciado en Derecho (TEC), Licenciado en Seguros y Fianzas y Administración de Riesgos (Universidad Marista). Maestrante en Pedagogía (Universidad YMCA). miembro del Consejo Nacional de Honor de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT). Titular de "El Punto Crítico Radio". Editor del periódico El Punto Crítico. Con 50 años ejerciendo el periodismo.