LOS FUNCIONARIOS Y LÍDERES DE PARTIDOS INACCESIBLES

Mi padre decía – si quieres destruir a alguien, déjalo que pierda el piso, en el aire los seres

 son más frágiles y se caen solos – los políticos más.

Personalizar, dar nombres y casos concretos sería fácil, pero el tema es universal, no particular, ni de casos concretos, que a pesar de estar detectados, no sería tan trascendente, como el fenómeno generalizado y, pudiera interpretarse como un ataque concreto, que dispersaría la esencia de la reflexión, aunque seguro, si no se entiende quizá será necesario mencionar nombres y apellidos, a ver si así lo entienden.

Es común que en cuanto alguien arriba a un cargo, entra a la vorágine del poder y, a veces no repara en los colaboradores que deben acompañarle durante su encargo, si el funcionario es de medio pelo o cuenta con poca experiencia llamará a sus amigos, que pertenezcan a su club, asociación u organización de cualquier tipo, clubes, deportivos, el GYM, club de motociclistas, de asociaciones de animales o de cualquier tipo, a que pertenezca, si no ha incursionado en política su circulo será reducido, cuando mucho, sus compañeros de escuela, si es que estudiaron, paisanos, o cualquier grupo en que participen o hayan participado, pero aún así, no se tiene la garantía de que sean los mejores o los más preparados, si el responsable no ha tenido gran participación e incidencia en diversos sectores, grupos o asociaciones, lo más probable es que nombrará a sus “cuates” quizá, con suerte habrá algunos competentes, pero lo más seguro es que no sea así, en perjuicio de la institución en que participen, si nos referimos a partidos políticos, el tema pudiera complicarse, cuando prevalece como requisito pertenecer a un Partido político desentendiéndose de las cualidades, conocimientos o habilidades inclusive del personal que tiene experiencia en los cargos, también es corrupción. Sin llegar a mencionar cuando tienen hasta familiares, novias o amantes colgados de su administración, sin contribuir a la tarea de la institución y el tema se complica.

Un experimentado político exgobernador – de los que nunca han sido cuestionados – y hay muchos de ellos, me dijo – cuando llegué al gobierno pensé, hacer políticos a mis amigos o hacerme amigo de los políticos – quizá lo primero da mucha confianza y seguridad personal al jefe. Pero lo último era más fácil, más práctico y mejor para el Estado y la administración pública.

Un jefe maduro y seguro de si mismo, tiene capacidad de trabajar con lo que haya y aprovechar a quienes saben, los inseguros o inmaduros no, unas de las cosas que más daño hacen a las instituciones, es un jefe inseguro, de esos que se esconden y se atrincheran en sus oficinas, incapaces de recibir a nadie ni conocer sus oficinas, eso que al llegar creen que los que ahí estaban son sus enemigos, si le suman su primer circulo ávido de espacios para colocar a sus incondicionales, las instituciones se deterioran. Si el jefe no tiene en su secretario particular, jefe de oficina o secretario privado el apoyo y la capacidad de romper incluso la burbuja de su jefe (grupo de personas de confianza que rodean y bloquean a un líder o jefe) o si se amafia con alguno o algunos de los miembros de la burbuja de sus colaboradores, la caída del jefe es solo cuestión de tiempo.

El tema no acaba ahí, se vuelve más complicado, cuando las limitaciones de los jefes se constriñen solamente a la burbuja que les rodea y solo escuchan uno o dos, ello les aleja de escuchar otras opciones y pierden la oportunidad de ser mejores, por arrogancia o ignorancia.

Cuando los líderes o jefes, se dejan cooptar por sus colaboradores, no les informan de todo o su dejadez o negligencia les hace apoltronarse en su zona de confort y permiten que otros hagan su trabajo y ellos solo se reservan lo más cómodo, eventos donde les aplaudan, donde les alimentarán el ego, se creerán cercanos al pueblo pero no escucharán, solo dirán en discursos lo que quieran, sin escuchar, la pasarán en viajes y múltiples actividades políticas, dejando en otros la responsabilidad de operar, o trabajar o hasta negociar, pero con el tiempo ello se reflejará en su gestión.    

Hay casos de quienes se dejan influenciar por uno o dos personajes y nada más, permiten que esos personajes cercanos que a veces no pasan de dos, dejan sentir su influencia y provoca en su gestión desconfianza y hasta lejanía del líder o jefe con el resto de sus colaboradores o eventuales lideres de opinión, porque sabiendo que quienes toman las decisiones son solo dos o uno que lo tripula, los experimentados suelen alejarse, dejándolos solos, lo que provoca que se vayan aislando del resto. Es claro que la lista es larga y tan larga, que da para mencionar casos, nombres, de jefes o líderes y de sus tripuladores o manipuladores, condición que ellos mismos saben y lo sienten pero por permanecer en su condición de confort lo permiten y hasta lo fomentan.

Uno se da cuenta claramente, cuando pasa el tiempo y no hay forma de acercarse ni siquiera para opinar, no se dejan asesorar, no lo permiten ellos o sus burbujas les hacen creer que todo va bien y que no pasa nada, en ocasiones, sin que los jefes sepan, sus subordinados les acumulan enemigos, rencores, odios, resentimientos y en cuanto comienzan a surgir los problemas de sus dependencias o se ventilan en prensa, para ese momento ya es demasiado tarde. Usted, amable lector que dice. ¿Qué dice?

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@Eduardo Sadot