El hallazgo de los Abarca en una casa de Iztapalapa puede no ser solo un caso fortuito, habrá de investigarse a fondo si hay nexos con los grupos perredistas que controlan políticamente esa demarcación del Distrito Federal, como ya muchos sospechan.
Ayer, el propio coordinador de la fracción del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, pidió que los dirigentes nacionales de su partido aclaren ante la PGR los nexos con el ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.
Esto involucra directamente al líder nacional del PRD, Carlos Navarrete, pero más aún al ex presidente nacional, Jesús Zambrano, quien el 29 de septiembre se entrevistó con Abarca, encuentro que a decir de la senadora Dolores Padierna, fue para preparar su huida.
La acusación es grave y fue obviamente rechazada por Zambrano, pero ahora relacionan a la corriente de Los Chuchos con la familia Berumen, uno de cuyos miembros facilitó la casa para el escondite de los Abarca.
Pero no solo Los Chuchos tienen mucho que aclarar, sino también el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero, pues hay voces que lo vinculan no solo con el ex alcalde sino hasta emocionalmente con la señora Pineda, razón por la cual sostienen que fue el ex mandatario estatal el que les ayudó a escapar.
Bajo esa misma tesis, se agrega que por ello fueron a dar a Iztapalapa, cuyo Delegado, Jesús Valencia, es cercano a Marcelo Ebrard y este, a su vez, fue y ha sido el principal apoyo de Aguirre para alcanzar la gubernatura.
Las conjeturas con muchas y muy varias, pueden ser reales o carecer de absoluta veracidad pero en tanto no se aclaren los hechos sin sospecha alguna el daño político a todos los citados y al PRD en su conjunto, es inmenso, sobre todo porque el proceso electoral del 2015 está ya en marcha.
Barrios y Ambientes
Mal parado quedó el rector de la UNAM, José Narro Robles, al sostener que el crimen de Iguala se reducía al gobierno y estado de Guerreo. Ayer estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Políticas, bloquearon la avenida Insurgentes a la altura de Ciudad Universitaria bajo la consigna impresa en una lona: “Narro: sí es crimen de estado”. Y obvio es que así lo fue.
Rápida ha sido la recuperación del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, de la operación a corazón abierto que le hicieron el viernes pasado. Se espera que mañana o pasado mañana sea dado de alta del hospital Ángeles, para seguir su recuperación en casa. Esto es a todas luces positivo, pero que no salgan que está gobernando desde su habitación hospitalaria, porque mal quedaría al no haber tenido participación alguna en la detención de los Abarca. Ni se enteró.
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