REVOLUCION

AUNQUEPESE

Bajo condiciones de extrema fragilidad institucional, severo hartazgo social, insoportable inseguridad pública, alto riesgo de estallamientos violentos, creciente empobrecimiento, estancamiento económico, insultante concentración de la riqueza y amenazas oficial de represión al reclamo popular se llega al 104 aniversario de la siempre inacabada y ya

destruida Revolución Mexicana.

Las condiciones del país son las peores vividas al menos en los últimos 20 años, o quizá estas puedan ser aún peores al aciago año de 1994 cuando surgió el movimiento armado del EZLN, asesinaron al candidato presidencial del oficialismo político y al electo líder de la Cámara de Diputados, además de sobrevenir la peor crisis económica de décadas que sumió en la pobreza a millones de mexicanos que soñaban con alcanzar el primer mundo.

Hoy el gobierno federal llega al aniversario de la Revolución Mexicana (desdeñada por su partido pese a ser su origen y aún portarlo en sus siglas de Revolucionario Institucional) sin discurso, sin promesas que ofrecer, sumido en el desprestigio y la corrupción.

Se llega a los límites de crímenes de lesa humanidad en los ya paradigmáticos casos de Iguala y Tlatlaya, la impunidad rampante es la más fiel expresión de la corrupción que ha engullido al sistema político mexicano en su conjunto y prácticamente a la sociedad entera, dentro de la cual la voz del sector privado se levante flamígero contra el gobierno cuando es parte sustancial de la insostenible situación.

La pobreza y marginación de más del 50 por ciento de la población nacional  no son consecuencia solo de la carencia de atención gubernamental sino también de las exigencias de la cúpula empresarial cada vez más sometimiento laboral y salarial.

Corrupción, impunidad, Inseguridad pública, violación a los derechos humanos, agresiones a la libertad de expresión, narcotráfico y crimen organizado desbordados y vinculados al gobierno en sus niveles municipal estatal y federal, ejercito, policía o poder judicial, y partidos políticos desarticulados, desideologizados y contaminados por el crimen  organizado conforman la realidad nacional.

Así, bajo condiciones de desintegración social y con incidencia delictiva similar a los países en guerra civil llegaremos, en doce días, apenas al segundo año de éste sexenio.

SUSURROS.- Mientras el Jefe de gobierno capitalino “lucha” por mejorar el salario mínimo de millones de mexicanos en 15 pesos diarios, el presupuesto federal para el 2015 permite a los Ministros de la Corte ingresos por más de 11,500 pesos al día (4.2 millones de pesos al año) sin contar otras pequeñas ayudas como autos, choferes, vales de gasolina, gastos de representación, etc. Así se las gastan los impartidores de justicia en México… Y paradojas de la vida, ni los Ministros de la Corte tendrían el dinero suficiente para adquirir la ya famosa “Casa Blanca”, pues tendrían que ahorrar el total de sus ingresos líquidos, sin gastar un solo centavo, por más de VEINTE AÑOS para juntar el valor de avaluó de la mansión de la familia Peña-Rivera… Hoy se verá si la disculpa del gobierno del Distrito Federal a la comunidad universitaria por los hechos violentos del viernes pasado y las palabras del rector José Narro sobre la indeseable presencia de policías en el campus de la UNAM, son suficientes para calmar a los grupos estudiantiles que pretender parar la Universidad y hasta tirar al Rector. ¿Quién mese la cuna?

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