A veces, muchas veces, cuando alguien opina de economía, sea o no experto siempre quedan muchas dudas en el aire. Primero porque los especialistas suelen ponerle apartados técnicos que hacen poco accesible para entender si lo
que pasa en materia económica nos beneficia o perjudica, más cuando se trata de resultados que vienen del exterior. Segundo porque la economía como disciplina, en algunos de sus rubros más importantes, intenta dar cifras de escenarios futuros que no siempre resultan certeras y son base de crítica cuando no se cumplen.
Y esto viene a colación porque es muy fácil señalar que el país va mal en lo económico sin considerar aquellos factores externos que de manera constante nos impactan, hemos convertido el ejercicio de opinión en materia económica en deporte nacional.
Dentro de la dinámica global, en un país como el nuestro no es a punta de discursos que nos podemos blindar ante choques externos con claros en nuestros datos económicos; véase el caso del precio del dólar respecto a nuestra moneda. Esto no significa que el gobierno federal no tenga responsabilidad, al contrario, la tiene y mucha, pero el punto más importante a analizar es si contamos con estabilidad en nuestras finanzas, en sus principales variables macroeconómicas para hacer frente a estos escenarios, eso es lo que deberíamos estar valorando.
Comparto la postura del Ejecutivo en la que señala hay peores países que México en el renglón económico, que no han trabajado y no se han atrevido a realizar los cambios que se requieren para afrontar condiciones internas y externas. Y esto es lo que tenemos que decir, México no se encuentra aislado del resto del mundo, tenemos que comenzar a explicar que la volatilidad mundial nos impacta como a cualquier nación inmersa en relaciones comerciales con otros países, sin embargo se está haciendo la tarea, se está trabajando a fin de que cualquier eventualidad tenga el menor impacto posible en nuestra economía, pero sobre todo en el renglón más relevante, el de las familias mexicanas.
Es así como debemos traducir cuando el Presidente señala que hay países en peores condiciones económicas, y esto es cierto. Baste revisar lo que sucede en otras naciones como Grecia en la que se debate todavía el modelo de país que quieren seguir. O los impactos que se están presentando en economías como la Argentina, Brasileña o Peruana, donde los embates por la subida del precio del dólar son más fuertes y duraderos.
Ese es el debate que se debe generar cuando se dice que tenemos condiciones para afrontar los impactos externos en la economía mexicana, y que si bien generan algunas sacudidas a sectores que dependen más de las relaciones comerciales internacionales, el país, está preparado mejor que en años anteriores para asegurar a las familias mexicanas estabilidad, que el tener salud en las variables macroeconómicas es un paso necesario más no suficiente para mejorar nuestra situación actual.
Dr. Luis David Fernández Araya
*El Autor es Economista Doctorado en Finanzas, Profesor Investigador de Varias Instituciones Públicas, Privadas y Funcionario Público.
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