“Vienen los vecinos a mi mesa para platicar y los de mi casa ni me oyen.”
Rutilio García Ortiz.
Entre el sábado y domingo pasados, en el hermoso Museo de Antropología, se realizó el primer evento público de las negociaciones entre el Gobierno de
Venezuela y una parte de la oposición de aquel país, sus delegados avanzaron en la edificación de una agenda de temas que buscan la reconciliación, la paz y la consolidación democrática venezolana.
Estuvieron atestiguando el acto Marcelo Ebrard en su calidad de Canciller Mexicano y un representante del gobierno de Noruega, Dag Nylander. Noruega ha sido una de las naciones que de manera secreta ha impulsado una serie de encuentros y reuniones con delegados del gobierno y lideres opositores. El fin de semana fue el primer acto público en el que ambas partes presentaron los puntos de agenda que son:
1.- Derechos políticos para todos.
2.- Garantías electorales para todos/ Cronograma electoral para elecciones observables.
3.- Levantamiento de las sanciones y restauración de derecho a activos.
4.- Respeto al Estado constitucional de derecho.
5.- Convivencia política y social. Renuncia a la violencia. Reparación de las víctimas.
6.- Protección de la economía nacional y medidas de protección social al pueblo.
7.- Garantías de implementación, seguimiento y verificación de lo acordado.
Siempre, para todo demócrata en el mundo, será una victoria que el dialogo, el respeto, el reconocimiento a la existencia de quienes piensan diferente, y la voluntad de encontrar soluciones pacíficas, civilizadas e inteligentes será celebrado. Siempre que la humanidad sabe y reconoce el valor de la paz, estará dispuesta a promover los diálogos y las negociaciones serias, racionales, profesionales para que los derechos humanos y la cultura de la paz se instauren en cualquier lugar de nuestro planeta.
El dialogo es la causa y la consecuencia del entendimiento en un conflicto, que de escalar a proporciones violentas puede generar grandes perdidas para todos; es el punto de partida de una empresa larga, difícil, agotadora, pero fructificante, en donde todos aportan sus coincidencias y hacen a un lado las diferencias, no porque sean menos, sino porque en la estrategia de la negociación no son las prioridades para eliminar el conflicto. Por lo tanto, es una gran noticia para nuestro hemisferio que se haya logrado este avance democrático.
También es un claro ejemplo que debe de cundir y hacerse realidad en otras naciones, entre otros políticos y fuerzas opositoras. Un lugar que necesita urgentemente una mesa de diálogo y construcción de consensos es nuestro país.
No caigamos en alarmismo o dramatismo, pero si reconozcamos que la creciente presencia de la delincuencia organizada en la economía, politica y sociedad nos debe poner en alerta e indicarnos que el Estado de Social de Derecho y el Pacto Social están bajo acecho. El incremento de la pobreza, la presencia de la corrupción en casi todos los niveles de la administración pública, la militarización galopante en funciones exclusivas para el mando y la responsabilidad civil y los constantes ataques a las instituciones del Estado Mexicano por parte de López Obrador, son variables que prefiguran la necesidad de un nuevo pacto político nacional.
De lado de la oposición también existen yerros y arrogancia, un priismo entregado al partido en el poder y una disidencia más ocupada en la pose que en las acciones con responsabilidad y calidad democráticas; un panismo con intrigas internas que se olvida de los verdaderos problemas nacionales, pensando más en el 2024, olvidándose que antes, están el 22 y el 23; un perredismo asfixiado por su pasado y extraviado en la construcción de su futuro, y un puñado de partidillos políticos que solo han sobrevivido, en los últimos treinta años, gracias a alianzas sin ideales, escrúpulos ni ética.
Tenemos que decirlo con todas sus letras: la Coalición por México en la ruta de la arrogancia y la frivolidad va directo al fracaso. Y seria una desagracia, pero a la vez un síntoma de los efectos del pragmatismo sin agenda ni identidad social.
Entre ambos lados de la calle suceden estas cosas, por enmedio transita una sociedad, una ciudadanía que día a día trabaja, paga impuestos, genera empleos, productividad y servicios para darle al país algo más que economía sino hasta sobrevivencia.
Esta ciudadanía que apenas está empezando a organizarse y que ha tenido el carácter de decir no, a las convocatorias de consultas palaciegas que solo generan división y encono social, pronto tomará más decisiones que obligaran a las elites políticas en el poder o no, a abandonar sus responsabilidades y ser sustituidos por mujeres y hombres, hoy anónimos, mañana protagonistas de una historia que devuelva a México la paz y la prosperidad que se necesita.
Ahí está en Venezuela el ejemplo vivo del valor de la politica.
Desde algún lugar de la azteca Ciudad de los Palacios Virreinales, 18 de agosto del 2021