Como ya lo hemos platicado en notas anteriores, estamos atravesando el proceso electoral más complejo y grande que ha tenido México.
Complejo, por el hecho de que la pandemia que afecta al mundo entero no ha permitido que se desarrollen las actividades de manera normal o cuando menos como se hacían en el pasado.
Las sociedades de casi todas las naciones se han tenido que resguardar en sus casas como aquellos que han tenido la oportunidad de desarrollar sus actividades laborales en sus casas, lo que se conoce como home office, todo esto para evitar contagiarse del coronavirus que tanto ha azotado al mundo y, que cuando menos en México, hasta ahorita ha dejado más de dos millones de contagiados y más de doscientas mil personas fallecidas a causa del Covid-19, según datos de la Secretaría de Salud.
Eso, tomando en consideración que oficialmente no se han contabilizado aquellas personas que no han podido o no han tenido la posibilidad de llevar a sus familiares a algún hospital y han fallecido en sus casas, o aquellos que inicialmente se diagnosticaron como neumonía atípica y en realidad fallecieron por Covid, o aquellos que incluso murieron en hospitales sin que hayan sido diagnosticados correctamente.
En cuanto a la magnitud que representa este proceso electoral es por el hecho de que se debatirán más de 27,000 cargos de elección popular en todo lo largo y ancho del país.
Aunado a todos los temas que involucran o se relacionan con el proceso electoral, tenemos un gran problema de equidad en las contiendas, porque aunque no es tema principal de esta participación, el hecho de que subsistan las mañaneras famosas, aunque ya lo haya resuelto de manera inicial el Tribunal Electoral del poder Judicial de la Federación, de que no afectan los comicios electorales, habrá que valorar objetivamente sí en cada una de estas intervenciones que se hacen por la mañana no se habla cuando menos de un tema político, eso por supuesto influye en la sociedad y en la decisión del electorado a favor o en contra de un partido político o de un candidato.
Pero centrémonos en un tema que puede influir en la contienda electoral de manera significativa, y que definitivamente, puede ayudar a posicionarse o afectar a los partidos políticos o a los candidatos, y es el tema de las vacunas que se están realizando a nivel nacional.
Así como todos los Programas Sociales que pudieran estar en juego en estas próximas elecciones; primero, considerando que no solo están a nivel federal, sino que, en cada entidad federativa, incluyendo la Ciudad de México, tienen sus propios programas sociales en donde se ven beneficiados varios sectores de la sociedad.
Pues lo que se estila en todos los procesos electorales federales, estatales o municipales es que dichos programas sociales que deben otorgar los gobiernos a los sectores o grupos mas necesitados del país de manera gratuita y sin restricciones, se convierten en una moneda de cambio en dichos comicios.
Esto funciona de la siguiente manera: los gobiernos que pretenden utilizar estos programas sociales para los comicios electorales envían a sus emisarios a platicar con los que ya están siendo beneficiados por alguno de los programas sociales, y los obligan a votar por cual o tal partido político o candidato, con la amenaza de que de no hacerlo así les quitarán ese beneficio.
En otros muchos casos, se acercan a los sectores y personas que pudieran verse beneficiados por alguno de los programas sociales y los condicionan a que sí votan por un partido político o candidato que les digan podrán verse beneficiados.
Esto es, en resumidas cuentas, lo que se conoce como uso de programas sociales con fines electorales.
Precisamente, el pasado viernes 19 de febrero de 2021, se publicó en el Diario Oficial de la Federación reformas a diversas normas de carácter penal, entre ellas al Código Nacional de Procedimientos Penales, en donde entre otras cosas se amplió el catálogo de delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, esto es que aquella o aquellas personas que estén siendo investigadas por dichos delitos estarán llevando su proceso en la cárcel.
En este catálogo de delitos se encuentra precisamente el delito de "Uso de Programas Sociales con Fines Electorales" previsto y sancionado en los artículos 7, fracción VII, párrafo tercero; 7 Bis; 11, fracción II; 11 Bis y 20, fracción II, de la Ley General en Materia de Delitos Electorales, estos delitos van dirigidos a cualquier persona o servidores públicos relacionados con dichos ilícitos, esto sin duda alguna puede incluir a los llamados servidores de la nación.
Esto resulta muy importante considerarlo, puesto que se han visto algunos casos en algunas partes del país que ahora con el programa que se tiene de vacunar a las personas por Covid-19, les han estado pidiendo su credencial para votar a todos los que quieren que se les administre la vacuna.
Muchos dirán que es para comprobar que viven en la Alcaldía o en el Municipio donde se están poniendo las vacunas; sin embargo, no tienen porque tomarles foto a las credenciales para votar, pero en la realidad lo están haciendo.
Dicho lo anterior, aquella persona o servidor público que se acerque a las mujeres u hombres para decirles que deben votar por un partido político o candidato o que deben abstenerse de votar, y que de no hacerlo no se verán beneficiados o que les quitaran el beneficio de seguir contando con algún programa social, esta cometiendo uno de los delitos ya mencionados, y en consecuencia deben denunciarlo.
Puede ser ante cualquier agencia del Ministerio Público incluso se lo pueden hacer del conocimiento a un policía, ellos tienen la obligación de recibirles la denuncia.
Hay que recordar que nuestro futuro como nación y como sociedad esta en nuestras manos, y solo con un voto informado y sin coacción podemos tomar la mejor decisión de que personas nos gobernarán. Ayudemos a erradicar la impunidad y la corrupción.