Max Weber precisa que la burocracia es un sistema de gobierno o control legal
sometido a reglas explícitas y generales, en el que se precisan atribuciones, modos y acciones que organizan la forma en que se ejercen las funciones gubernamentales. Esta organización, escalonada y jerarquizada, está planeada con la finalidad de dotar de eficiencia y especialización el desempeño del gobierno, conforme la dinámica social lo va requiriendo. En pocas palabras: se precisan los qués, cómos y cuándos deben actuar las instituciones.
La planeación institucional, que es la forma en que se organiza el sistema burocrático, implica estudios concienzudos y meticulosos que permitan conjuntar el cumplimiento de un fin gubernamental, creando estructuras con funciones específicas tendientes a atender objetivos específicos relacionados con el objeto general de cada área. Parte de esta planeación implica calcular y determinar los costos de cada estructura para que puedan definirse presupuestos puntuales que permitan canalizarlos y así garantizar la operación.
El complejo sistema jerarquizado y de responsabilidades, cumple con los objetivos generales de seguridad jurídica y materialización de bienestar, en razón de las necesidades de corto, mediano y largo plazo de cada país o nación. Por ello, proponer recortes presupuestales; ajustes estructurales o reducción del aparato burocrático no es una tarea que pueda obedecer a ocurrencias o la atención de determinados problemas o situaciones anómalas, ya que ello, indefectiblemente, tendrá repercusiones de consecuencias en el mediano y largo plazo para el país.
El gobierno actual, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, está buscando generar ahorros presupuestales con finalidades que no ha sabido definir ni explicar con claridad a la opinión pública. Para ello está recomponiendo la estructura burocrática sin que se haya explicado a la opinión pública, con claridad, transparencia y precisión, en qué estriban los cambios, los objetivos que se persiguen y como se reorganizará el gobierno para seguir atendiendo y cumpliendo con las funciones y objetivos de las áreas que están transformando o desapareciendo.
Es de interés público el conocer los cambios y modificaciones a la estructura burocrática, así como las afectaciones presupuestales a las mismas, pues de ellas dependen, en mucho, el bienestar de los mexicanos. Por ello, estas acciones, así como el ahorro de recursos públicos, son cuestiones que deben informarse con total transparencia a la ciudadanía, para precisar las razones por las cuales se hacen y los beneficios que ello traerá consigo, de otra manera, si ello se hace en la opacidad o en la simple referencia retórica en declaraciones a medios, se hablaría, por decir lo menos de irresponsabilidad.
Transparentar las transformaciones institucionales es, de suyo, un acto democrático y responsable que debe prevalecer en todos los estados modernos del orbe.
@AndresAguileraM