Entresemana (Moisés Sánchez Limón)

A mi hijo, el guerrero Moy que lucha nuevamente…

Se fue sin avisar; ni una tarjeta ni una llamada.

Nada en la víspera que anunciara su viaje y, para mal de ausencias, la pandemia lo alejó de eso que Alfredo Jiménez llamó el bullicio y la falsa sociedad, por ser hijo del pueblo.

Mi madre se fue temprano, Yaz también; en el breve tiempo que una y otra me compartió, con estilo propio me enseñaron a ser libre pensador, no envidiar el éxito ajeno y privilegiar el respeto a las mujeres.

--¡Ahí vienen esos pinches muertos de hambre!-- exclamó un distinguido diputado en uno de esos días de la LXVIII Legislatura federal, cuando se percató que se dirigían a él reporteros de la fuente legislativa.

¿Qué no anda en campaña Su Alteza Serenísima? Bueno, bueno, fiel a su afición que data de la infancia, sin rubor ya hasta parafrasea al mítico beisbolista estadunidense Babe Ruth, retirado en 1935: “No se puede vencer a quien no sabe rendirse”, citó en la mañanera y sustanció: “Nosotros llegamos aquí

Sin relevo al bate en la sesión de preguntas, en la mañanera del último lunes de abril, el sedicente periodista que pretendió erigirse filántropo de su pueblo, cumplió el cometido de la fila mercenaria y dio pauta para que el licenciado López Obrador evadiera la veda electoral.