Con los saldos que ya todos conocemos el proceso electoral 2015 ha terminado y salvo contados cambios que habrán de ordenarse a través de los tribunales correspondientes, las tendencias son completamente claras tratándose de quien es quien en las preferencias del elector, y en algunos casos, reveladoras, en cuanto ciertos candidatos independientes.
Empero, tan pronto este episodio culmina, otro lo suplanta de manera inmediata, me refiero al proceso 2016, mismo que en su auge el próximo 4 Junio, renovará las gubernaturas de 12 Estados de la Republica, destacando entre ellos: Veracruz, Puebla, Oaxaca y Quintana Roo. Y justo en la antesala del proceso referido, los partidos políticos con más presencia en el territorio Nacional, se disponen a elegir sus Dirigencias Nacionales, este hecho, no solo significa preparar el camino para 2016, sino que también dejará entrever las directrices que cada instituto planee para la elección presidencial de 2018.
Acción Nacional ya se ha reunido este mismo fin de semana en Consejo Nacional, máximo órgano del partido, y dentro de la sesión, Gustavo Madero actual dirigente reconoció y asumió a decir de sus palabras, la responsabilidad por los resultados fatídicos de la institución, mismos que en 30 años no habían sido tan desastrosos, acto seguido, en una muestra más de un doble discurso, se dispusó a proponer una comisión a modo, misma que será encargada de ser réferi en una contienda donde a pesar de los embates de Javier Corral ya se percibe un ganador, Ricardo Anaya, su incondicional.
En el Revolucionario Institucional, las cosas guardan el sigilo que en tiempos como éste les caracteriza, el mismo Cesar Camacho Quiroz ha sido hermético en diversas entrevistas cuando se le ha cuestionado acerca de este respecto, sin embargo, las especulaciones han comenzado y variados nombres ya se han mencionado, trascendiendo en todos los cálculos; Manlio Fabio Beltrones y Miguel Ángel Osorio Chong, el primero representa la institucionalidad del Partido y el segundo la cercanía con el ejecutivo, ambos poseen la carrera política que les permite levantar la mano sin reparos y solo podría diferenciarles que uno representa la continuidad de un proyecto que ahora mismo está probándose y el otro la neutralidad dentro del PRI. Sea cual fuere el elegido (incluso tratándose de otro perfil), el Revolucionario Institucional, elegirá sin temor a equivocarnos, la opción que represente la continuidad de la “unidad” dentro de ese partido, misma que se ha convertido en factor principal y carta fuerte del instituto, probándose una y otra vez en cada elección.
Sera posiblemente en la segunda quincena de Agosto, cuando ambas dirigencias hayan ungido a un nuevo representante, y de la mano del mismo, busquen retener la Presidencia de la Republica o en su caso, retomarla; teniendo como primer encrucijada las elecciones del próximo año, mismas que pondrán a prueba sus decisiones y los resultados de esos comicios, definirán el camino para 2018.