Hace unas semanas el Congreso de la Unión, aprobó la ley de ingresos de la Federación ( ISR, IVA, IEPS, DERECHOS)
y el pasado12 de diciembre se autorizó el Presupuesto de Egresos de la Federación que asciende a 9 billones 302 mil 015.8 millones de pesos, es decir más de 9 millones de millones de pesos, que se aplican al gasto público de las 32 entidades federativas, y los 2457 municipios del país, a través de la Participaciones Federales, y diversos Fondos de Inversión.
Todo este dinero, tiene que ser aplicado de acuerdo con lo autorizado por la Cámara de Diputados, que de manera muy particular tiene dos comisiones legislativas que va de la mano, la de Presupuesto y Gasto Público, y la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.
Las dos comisiones dan seguimiento a cómo se va erogando el dinero de los tres poderes junto con la Auditoría Superior de la Federación, es decir todas las dependencias del Ejecutivo, Legislativo, Judicial y organismos constitucionalmente autónomos (INE, INEGI, BANXICO, CNDH), rinden cuentas.
Puede sonar muy grande lo que tendrá para gastar la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en el 2025, pero no lo es, ya que nuestro país, tiene que repetir una serie de ajustes, muy similar a lo que se hizo en el 2024.
El año pasado el gasto total del gobierno ascendió a siete billones 950 mil 920 millones de pesos de enero a noviembre, 173 mil 43 millones de pesos menos respecto a lo programado, pues se estimaban erogaciones por ocho billones 123 mil 963 millones de pesos.
Con lo anterior, se logró en el 2024 que el déficit presupuestario (baja del gasto) se ubica en un billón 153 mil millones de pesos, mucho menor al nivel programado en 278 mil millones de pesos, de acuerdo con el Informe de Finanzas Públicas de la Secretaría de Hacienda.
En el 2025 de acuerdo con el PEF 2025, el gasto programable en salud disminuirá el 12.2% para llegar a 881,083 millones de pesos, lo que supone un nivel de 2.4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Del gasto aprobado, 6.4 billones de pesos se destinarán al gasto programable, es decir, aquel que es para brindarle servicios a la población (educación, mantenimientos, salarios, etc.) En tanto, 2.7 billones de pesos restantes se irán a gasto no programable, como lo es el costo financiero de la deuda, Participaciones y ADEFAS ( adeudos de la federación) con Gobiernos estatales, municipales y organismos descentralizados. Con ello, este rubro del gasto aumentará en 3.5%.
En seguridad pública el tijeretazo será de 42%. En tanto, el gasto federalizado, también tendrá una reducción de 1.2% el 2025.
El tema en comento no es menor, ya que si bien es cierto no hay nuevos impuestos, si en el 2024 se dieron ajustes a algunos impuestos como es el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en combustibles, que seguirán manteniéndose sin subsidio alguno.
Así las cosas, es la misma cobija, que, para continuar con los programas sociales, pago de deuda entre otras prioridades de la nueva administración, se quedarán con bajas significativas en muchas áreas de la administración pública en el 2025.
Eduardo Blanco