Una vez que se aprobó el presupuesto de egresos 2014 el 14 de noviembre, comente que se comenzarían a trabajar las reformas política y energética. Modificaciones que en ese momento se veían lejos, sobre todo la segunda, por el anuncio del líder del PRD de JESUS ZAMBRANO, de abandonar el Pacto por México, conducta que sigo sosteniendo obedeció a una estrategia política para mantener la dirigencia nacional, seguramente con CARLOS NAVARRETE, y por el otro abonarle votos tanto en el Senado como en la Cámara a la mal llamada “la madre de todas las reformas”.
A poco más de un mes que se iniciaron esos intensos trabajos de cabildeo legislativo, sindical, empresarial y gubernamental, hoy son vigentes las reformas constitucionales a los artículo 25,27 y 28, que abren la posibilidad al sector privado de participación en los sectores energéticos, tanto de hidrocarburos, gas y energía eléctrica.
Desde LAZARO CARDENAS en 1938, ningún Presidente o legislador habían impulsado verdaderamente una reforma en este ámbito, ni CARLOS SALINAS que reformó de manera trascedente los artículos 3, 27 y 130 en su visión del “Liberalismo social”, lo intento. Sin duda, son las modificaciones más importantes en los últimos 75 años.
Hoy el sector empresarial y financiero del país, ya tiene todas las herramientas que pedían para hacer que México en los próximos años tenga un crecimiento superior al 4% anual. El Presidente ENRIQUE PEÑA, con el Congreso de la Unión, en el primer año legislativo de la LXII legislatura aprobaron la LEY FEDERAL DEL TRABAJO, LA REFORMA FINANCIERA( con más de 33 ordenamientos modificados), LA REFORMA EN TELECOMUNICACIONES, LA REFORMA FISCAL y sin duda la más destacada la REFORMA ENERGÉTICA.
La “pelota” está del otro lado, en los dueños de los negocios, por ello la denominación Democratizar la productividad, de la que habla el Secretario de Hacienda LUIS VIDEGARAY se resume: “uno de los principios de que debe seguir el diseño e implementación de políticas públicas en todas la dependencia de la Administración Pública Federal, deberá ser su capacidad para ampliar la productividad de la economía. Cada programa de gobierno deberá diseñarse en atención a responder como se puede elevar la productividad de un sector, región o grupo de la población”
En palabras simples la productividad en México debe tener esa visión de “democracia social” que en la visión de ex presidente Norte americano ABRAHAM LINCON, resumía: “el gobierno del pueblo, con el pueblo y para el pueblo”, es decir todos los ciudadanos participando en el desarrollo nacional.