Opinión

Seguramente usted recordará la forma en que Andres Manuel López Obrador solicitaba mediante las redes sociales la renuncia de Enrique Peña Nieto por su “evidente incapacidad”. Y mire que eso no lo inventamos los periodistas, porque ahora resulta que toda la culpa de sus dislates y sus mentiras es de

Esto de la infodemia no es nuevo. Su presencia ha estado ahí en cada actividad humana, en la discrepancia, en la lucha por el poder, en la guerra, en la relación humana sectorial, incluso entre colegas, en la libre competencia del mercado y, por supuesto, cada quien habla de la fiesta según le va en ella.

Justo cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación se esmera en ser escrupulosa en su definición si es o no constitucional ampliar dos años el periodo de su presidente Arturo Zaldívar, aparece episodio contrastante que revela descuido o consigna en el desarrollo del proceso relacionado con los expedientes DP 179/2019 y DP/95/2020.

Los servicios de inteligencia del subsecretario de salud Hugo López-Gatell, han descubierto una de las mayores tramas de la historia, sus detectives lograron llegar hasta el búnker mismo en donde se ha venido fraguando un condenable acto que merecería todo el peso de la ley.