Opinión

Hasta ahora el único camino que hemos tenido los ciudadanos para acceder al poder han sido los partidos políticos. El problema es que los presuntos liderazgos de los partidos políticos se han amafiado y repartido las cuotas de poder entre las élites y cada día es más difícil que un ciudadano común y corriente pueda resultar ya no elegido, sino postulado por quienes toman las decisiones en las distintas fuerzas políticas. Para desgracia nuestra esa es la circunstancia del poder en este país, y no serán las candidaturas ciudadanas quienes resuelvan el problema porque hasta en tanto se sigan utilizando los fondos públicos para mantenerse o renovar los cuadros en las estructuras del poder, las cosas seguirán de la misma forma.

De eso se aprovechan quienes desde las penumbras del anonimato planean y realizan estrategias de descontrol y descontento para minar la capacidad del control estatal. Eso es parte de la naturaleza de las oposiciones, pero la forma en que por ahora la están realizando raya en la estructuración de grandes

Polimia Romana es diputada a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal por el Partido de la Revolución Democrática. Ha sido perredista toda su vida y ha combatido ferozmente a los tricolores, como lo tiene que hacer cualquier hombre o mujer que se precie de ser de izquierda. Porque hay que saber que el perredismo ha preferido hacer alianzas electorales con sus antagónicos ideológicos, el Partido Acción Nacional, que con el Partido Revolucionario Institucional, que es parte de eso que ellos identifican como enemigo, que no adversario, porque detentaron el poder durante ochenta años y eso los hace enemigos. Es a quien mas han combatido, electoralmente hablando, y de las distintas formas de hacerlos polvo, de pulverizarlos.