Opinión

SINGLADURA

Primero fue la hazaña, anunciada en septiembre último con fanfarrias –faltaba más- por el titular del trabajo, Alfonso  Navarrete,  de homologar el salario mínimo nacional para llevarlo a 70.10 pesos por jornada laboral diaria un mes después.

gente normal

El próximo día 1º de enero de 2016 será un día histórico para la Televisión, en primer término, porque el Apagón Analógico concluirá –no sé si satisfactoriamente o no, pero bueno…- para dar paso a la Televisión Digital y además porque hace su

sinpunto

Este país tiene muchos años convertido en un cementerio. Los criminales iniciaron una etapa en la que la impunidad se ha impuesto a causa de la carencia de resultados entre las autoridades encargadas de la seguridad pública, lo que evidenció la forma en que nuestros gobernantes colocaron sus prioridades en otros rubros, con lo que la criminalidad comenzó a realizar sus acciones contra los ciudadanos abandonados por las instancias que debieran protegerlos. No es fácil afirmar lo anterior, pero es lo que a pesar nuestro ocurrió hace muchos años y que ahora lamentamos, aunque también exigimos a quienes tienen que resolverlo, quienes por cierto no son los mismos que lo iniciaron.

SINGLADURA

Cuando estas líneas sean publicadas los capitalinos –viandantes, transeúntes y/o conductores de todo tipo de vehículos-  estarán a unas horas de “estrenar” el nuevo reglamento de tránsito para el Distrito Federal, que de entrada supondrá un alza de casi cinco por ciento en recaudación para las arcas del gobierno de Miguel Mancera por la vía de las multas, respecto los montos previstos de 2015,

sinpunto

Cuando los gobernantes aprovechan sus encargos para fines distintos que el de administrar los recursos públicos en beneficio de los ciudadanos, gobernar para todos y coadyuvar en la construcción del futuro previsible, están traicionando no tan solo a los electores, sino al país porque están faltando al juramento que hicieron al tomar posesión del encargo y que está consignado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, lo que quiere decir que están cometiendo el delito de traición no tan solo a la gente que los votó, sino a las instituciones que les permitió en su régimen de libertades acceder al estatus que debiera ser sagrado: servir a los demás. Pero muchos prefieren el camino de la corrupción, del disfrute de prebendas con el dinero de los ciudadanos, y en la mayor parte de las veces con un cinismo que raya en lo grotesco.