¿Y después del Papa qué?
Al concluir lo que sería la primera parte de su visita pastoral a México, que incluyó en la capital del país contenidos oficiales de impacto histórico como el acceso al Palacio Nacional, el Papa Francisco dejó ya una impronta notable en la vida mexicana, que sin embargo podría desaparecer en unos días más cuando –como canta Joan Manuel Serrat, “el sol nos dice que llegó el final, por una noche se olvidó que cada uno es cada cual”.