La obsesión del fracaso
Cuando se trata de transmitir mensajes con un alto contenido de motivación a los diferentes públicos, la tarea no es fácil porque implica despertar en ellos eso que algunos han buscado tildar doctrinariamente como dañino para el género humano: la ambición. Siempre se nos ha dicho que las normas morales deben estar por encima de todo lo demás, y que la ambición es uno de los mayores vicios de la humanidad por lo que debemos hacer todo lo que esté a nuestro alcance por evitarla.