Por la pandemia, en el mundo, el poder judicial se ha visto obligado a computarizar su trabajo, a no detenerse por el confinamiento, sino avanzar a través de lo que muchos empezaron antes de la aparición del Coronavirus y llaman “justicia en línea”.
No hay de otra, los procesos, sobre todos los urgentes, tienen que desahogarse de esa manera, la justicia no puede ni debe esperar.
México no es la excepción, su Poder Judicial ya ha anunciado juicios en línea en todas sus materias e instancias, porque no hay certeza sobre cuándo va a terminar la emergencia ni los pronósticos de las autoridades sanitarias son certeros ni aproximados.
Lo ideal sería regresar a la actividad presencial, nada más que está por delante el cuidado de la salud de todos los trabajadores. El regreso a las oficinas tendrá que hacerse poco a poco, como lo indiquen los expertos, con la aplicación de las medidas que sean necesarias para evitar contagios.
A la larga, en el mundo, la mayoría o totalidad de las naciones tendrá su justicia en línea. Irreversible el avance tecnológico y cada día que pasa se perfecciona la comunicación.
Por supuesto que hay países que lo harán más rápido, por su capacidad económica y desarrollo educativo.
En México, por la pandemia, se generalizó la educación en línea, debido al obligado cierre de escuelas y universidades. Hasta ahora, no hay un balance del resultado. Hay que saber cómo funcionaron las computadoras en casa, porque seguro que no todos han ido actualizando su equipo o hay quienes todavía no tienen uno propio.
Por eso, el Poder Judicial, en su caso, deberá estar atento a que se mantengan a salvo derechos fundamentales en los procesos que se realizan en línea.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
@zarateaz1
arturozarate.com