El yerno de la maestra, Fernando González, logró sacarse la espina, aplicarse para que en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se revirtiera la decisión del Instituto Nacional Electoral (INE) de negarle el registro como partido a Redes Sociales Progresistas (RSP).
Se demostró que las imputaciones de que se había pagado gente para asistir a las reuniones constitutivas no eran reales y que tampoco era cierto que se había utilizado al gremio magisterial para apuntalar el proyecto que tiene la bendición de la maestra Elba Esther Gordillo.
Innegable que la ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación ha impulsado a RSP. Es evidente que la maestra quiere estar de nuevo en la arena política e incluso no ha descartado volver a posicionarse como dirigente dentro del magisterio.
Por lo pronto, es un hecho que el naciente partido aparecerá en las boletas electorales del próximo año. No le ha sido fácil conseguir el registro, tuvo que llegar a pelearlo en la sala superior del TEPJF.
Viene, en el 2021, lo más difícil, refrendarlo en las urnas, alcanzar el tres por ciento de la votación nacional.
La maestra tendrá que aceptar que sus adversarios han dañado su imagen y que sin duda influyó para que su anterior partido Nueva Alianza (Panal) perdiera el registro en los comicios de 2018.
Deberá de reflexionar si lo más conveniente para RSP, en el proceso de sumar votos, es que su imagen aparezca en la competencia o si es preferible que se mantenga a distancia y deje que su yerno Fernando González crezca como cabeza del nuevo partido, con equipo propio, sangre nueva.
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