El Senado tiene en sus manos la reforma judicial. Hay un punto de la mayor relevancia que llega a perderse en discusiones. No es nuevo. Siempre se ha dicho que
hay inocentes en prisión. ¿Is true? ¿Es una versión inventada? ¿Cuántos inocentes hay encerrados? ¿Existe estadística?
La sociedad se entera de la injusticia hasta que la persona ha probado que es inocente o demuestra que el juzgador se ha equivocado, con nuevas pruebas o la revisión exhaustiva del expediente.
No habría inocentes encarcelados si prevaleciera la ética y un mecanismo para evitar consignas, desatenciones, chantajes. Si la autoridad estaba alerta las 24 horas para impedir que la sorrendan o abusen de su buena fe. La última vez que se supo de un caso se debió a la película “Presunto Culpable”, que los ministros tuvieron oportunidad de ver en la Corte.
El documental reprodujo la historia de un inocente, acusado de homicidio, encarcelado y condenado, que consiguió volver a la calle hasta que un par de abogados justicieros decidieron revisar el expediente. El mismo juez que lo había sentenciado, tuvo que absolverlo.
Dentro de las comisiones dictaminadoras del Senado: Justicia y Gobernación, hay gente que tiene sensibilidad para revisar este tema y encontrar la fórmula para que no se inventen culpables y ningún inocente más vaya a prisión. Uno de esos senadores es German Martínez Cázares, ex dirigente nacional del PAN, ex secretario de Estado y ahora legislador de Morena.
Se requiere de su meticulosidad como abogado para que la reforma judicial sea una de las mejores que se hayan hecho en muchos años.
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