Aficionados conocen alcance del futbol mexicano.

Ningún mexicano en su sano juicio cree que el seleccionado nacional de futbol tiene posibilidades de ganar la copa mundial de Qatar.

Tampoco piensa que llegará a la final. Hay a quienes les gusta soñar e imaginar que el equipo tricolor puede dar la sorpresa, pero tan pronto lo ven jugar, vuelven a la realidad. Se carece de una oncena competitiva. Lejos está del nivel de las grandes selecciones europeas, asiáticas, africanas y del sur de América.

La mayoría de la afición no se autoengaña ni la engañan, por más que comentaristas y cronistas deportivos, particularmente de la televisión, digan maravillas cuando va ganando o gana a equipos regulares.

Tampoco se traga el cuento comercial de patrocinadores de que, llegado el mundial, la mentalidad de la selección va a cambiar a tal punto que sorprenderá y vencerá a sus adversarios.

México no será campeón del mundial de Qatar, que se llevará a cabo en el próximo mes de noviembre.

La afición mexicana lo que quiere y siempre ha querido son dos cosas: una, que los seleccionados suden la camiseta, que se vea de verdad que se esmeran en dar su mejor juego; dos, disfrutar en la tribuna el partido y constatar que los seleccionados le ponen corazón a lo que hacen.

Se enoja cuando ve desánimo en los jugadores, desorganización en el campo; sobre todo falta de coraje de los seleccionados para defender la camiseta. Entonces es cuando empieza a pedir la renuncia del entrenador y deja de disfrutar el futbol.

No exige mucho la afición mexicana al seleccionado, solo que le eche ganas.

Arturo Zárate Vite

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

@zarateaz1

arturozarate.com