La resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha devuelto la paz a los trabajos del
Instituto Nacional Electoral (INE). Alguno o alguna de las integrantes del Consejo General podría estar inconforme con la resolución del tribunal, pero no se atrevería a rebelarse e incumplirla, porque todas y todos reconocen quien tiene la última palabra en materia electoral.
La última palabra la tiene el tribunal, en este caso su sala superior presidida por la magistrada Mónica Soto, así que consejeros y consejeras harán a un lado sus diferencias en materia de nombramientos de funcionarios o directores ejecutivos del instituto.
El tribunal flexibilizó la operación de la consejera presidenta Guadalupe Taddei para la designación de titulares y encargados de las distintas áreas del INE, que se había convertido en conflicto entre consejeros y consejeras. No se ponían de acuerdo en los perfiles de los aspirantes.
Asunto que los tenía divididos y afloró desde el rechazo a la primera propuesta de Taddei para la secretaría ejecutiva, cargo clave en la operación del instituto y en la conducción que corresponde a la presidenta. Posiciones encontradas que llegaron a exhibirse en sesiones públicas, al tal extremo que representantes de partidos hacían la tarea de pacificadores.
Ya se ha visto que las leyes electorales no son perfectas y de ahí la necesidad de ajustarlas en próxima reforma.
Por lo pronto, el INE está listo y en paz para llevar adelante la organización de las elecciones.
Arturo Zárate Vite
@zarateaz1
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