Cualquier mexicano que es contratado o se le paga por sus servicios, está obligado a ir a su centro laboral. Si deja de
hacerlo sin ninguna justificación, sabe que corre el riesgo de perder su empleo.
Por razones de salud, la misma ley señala que la ausencia es justificada mediante el respetivo reporte médico. También puede solicitar permiso sin goce de sueldo, aunque no de manera indefinida.
Es lo normal para trabajadores en general y la mayoría, por necesidades económicas, porque se trata del ingreso que garantiza el sustento de su familia, cuida la chamba.
Además, si se contrata, por el monto que sea, no únicamente debe acudir a la empresa, sea pública o privada, también está obligado a realizar su mejor esfuerzo para cumplir con lo encomendado.
Por supuesto que no hay excepciones y mucho menos para servidores públicos a los que se les paga con recursos del erario.
Dentro es este contexto resulta difícil aceptar o comprender que haya legisladores, senadores y diputados, que quieran o propongan condiciones especiales para cumplir con su tarea.
En el caso del Senado, se estudia si los senadores pueden llevar a cabo sus reuniones de comisión de manea semipresencial, yendo al lugar programado o comunicado vía internet. Hay voces a favor y en contra.
Durante la reciente reunión de las comisiones de Justicia y Derechos Humanos, el senador Ricardo Anaya hizo ver que hubo ausentismo porque se convocó para el viernes y a quienes viven fuera de la Ciudad de México se les complica asistir.
Otras y otros senadores se pronunciaron por la asistencia “híbrida”, tener la opción de ir a la sede senatorial que es su centro de trabajo o participar a través de la aplicación de “webex”, a distancia.
Una opción que muchos trabajadores en México, la mayoría, no tiene.
Arturo Zárate Vite
Twitter y TikTok