Hasta ahora, Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, ha demostrado
que tiene tantas “vidas” como un felino doméstico.
Por más que lo han intentado acorralar y de ser posible confinarlo, ha sabido escabullirse.
La gobernadora de Campeche Layda Sansores no le dio respiro durante varios meses con la revelación de videos que exhibieron prácticas indebidas del líder tricolor y no se salvo de la acusación de enriquecimiento inexplicable.
Hubo petición de juicio político en la Cámara de Diputados para quitarle el fuero legislativo.
Supo librarla como diputado y dirigente partidista. Incluso hasta le dieron la presidencia de la Comisión de Gobernación. Claro que a cambio tuvo que ceder votos de su bancada. Aprobaron la actividad militar en las calles para reforzar la seguridad nacional.
Cuando más intensa fue la presión, no dudó en ir a buscar apoyos en instancias internacionales, como presunto perseguido político.
Logró salir adelante, se atrincheró dentro de su partido, modificó los estatutos para prolongar su mandato y se inscribió en el primer lugar de la lista plurinominal para llegar al Senado.
De paso aprovechó para deshacerse de la disidencia interna. Relegó al mismo Manlio Fabio Beltrones y a otros ex dirigentes de su partido. Subió de tono su crítica a las acciones de gobierno.
Para su infortunio, ya la Sección Instructora de la Cámara de Diputados desempolvó y anunció que revisará su caso en el curso de la semana.
Pronto se verá si “Alito” en la política tiene más vidas que un gato.
Arturo Zárate Vite
Twitter y Tiktok: @zarateaz1