¿Decepcionado por el mensaje del presidente amlo?
¿El mal llamado “quinto informe“? Solo si Ud. es de los que aún creen que la tierra es plana es que podría decirse “decepcionado”.
El mandatario no está engañando a nadie, lo hemos dicho en distintas ocasiones, él ha montado un personaje que busca pasar a la historia como lo más próximo a su héroe Benito Juárez, obstinado a cumplir con una pelea en contra de molinos de viento, él ha sido así desde hace mucho y el que no cumpla con los sueños de los que quieran ver un cambio en el rumbo nacional no significa que esté defraudando a la sociedad.
López Obrador es ese genio y figura producto de su obstinación y creencia de que su gobierno generará todo tipo de milagros sociales, económicos y hasta médicos al no cumplir con el libreto de la lucha contra el Covid-19.
Pero veamos el bosque y no solo el árbol, el mandatario ha dado muestras claras de no saber qué hacer con el rumbo económico de México, la estrategia solo se ha limitado a soltar dinero a lo que es ya su base electoral, el pueblo bueno, pero sin resolver los aspectos de una macroeconomía que se encamina a una vereda de tumbos y barrancos, exponiendo a un grueso de la sociedad a un futuro incierto, propio de las grandes crisis económicas que han empobrecido a millones.
El presidente ha decidido llevar a cabo una lucha en contra de la corrupción y en la marcha ha ido destruyendo lo que no necesariamente está impregnado de tratos chuecos y que tiene que ver con la confianza de muchos empresarios quienes sencillamente ven como un peligro el acercarse a esta 4T para jugar con sus capitales en proyectos que generarían inversión y empleos.
El corazón de la desgracia no es si el presidente aparece en cadena nacional para gritar un “Viva México’, sino lo que en los cimientos está ocurriendo.
El país se acerca a una de sus peores noches, no solo por el coronavirus, sino por que la cabeza de este gobierno no acepta, no quiere y no desea soltar parte de ese poder para dejar que sean los empresarios quienes jueguen en el proyecto de recuperación del país.
Amlo no está inventando nada nuevo, que nadie se llame sorprendido ni defraudando, entendamos, todo lo que ocurra con México en las próximas horas o días es producto de lo que durante años López Obrador nos ha escrito: él NO es un estadista, es un ETERNO CANDIDATO A LA PRESIDENCIA.
Y no es una ofensa, de ninguna manera, es como todos deberíamos aceptarlo. Como parte de una cruda realidad.
La de todos los días.