ESTA SEMANA SE DIO a conocer lo que podría ser la luz al final del túnel, si logramos mantener de manera
aún más responsable el aislamiento social y dejar de comportarnos como marchantes en tianguis en pleno domingo ,las cosas podrían favorecernos. Mayo será crucial, poco menos de mil municipios en el país no registran infecciones, esos se encaminarían a el sueño de la normalidad, el resto del país deberá hacer lo que le toca. La ciudad de México ,la zona conurbada es la que se encuentra en el microondas, los días por venir serán determinantes...pero en esta novela de sustos y lamentos se van asomando algunos rasgos que deberán ser estudiados con toda seriedad y el principal es que México ,hasta el día de hoy, se asoma como un rato fenómeno en donde los contagios y difuntos no se comparan en nada con escenas como la estadounidense o la italiana o española , vamos, ni con ecuador..no los embotare con numeralias funestas, pero como se traduce el que en los EUA acaricien los 40 mil muertos y aquí los cárteles de la droga asesinen a más cristianos , en prácticamente el mismo periodo de infecciones y cuarentena de estás naciones ,México salva de manera extraña las cifras, y ojo, esto no significa caer en la complacencia, al contrario, como nunca es que debemos hacer lo que nos toca ,todos, respirar y sacar fuerza de dónde se pueda para esta recta que podría ser para nosotros la conclusiva. Cierto, no echemos las campanas al vuelo, pero resulta innegable que con todo y las abolladuras y laminazos al sistema de salud este no ha colapsado, no es ni por mucho un escenario de guerra en donde los enfermos caigan en medio de la calle. Insisto: reitero, nadie debe cantar victoria de ningún tipo, las líneas de defensa económicas están seriamente dañadas, nos va a costar mucho levantarnos ,el blindaje financiero está en serías dudas y la reconstrucción de la confianza será árdua, con grandes dosis de desempleo y frustración, pero en el rubro del virus ,la ruta apocalíptica está tomando un matiz muy distinto a lo que en otras naciones se está observando. Y claro que un escenario deseable es ese.uno en donde México, sea de las pocas naciones que deba contar víctimas por cientos de miles. ¿Qué tendremos los mexicanos? ¿Serán los años de "entrenamiento" en crisis de todo tipo? ¿De sumar generaciones de luchadores en condiciones que para otros serían la ruina, la derrota inmediata? ¿Qué tipo de sangre nos corre que es capaz de reinventarse en cada terremoto o cada tragedia? ¿Capaces de renacer cada sexenio para ir dando tumbos entre las esperanzas y la más brutal y costumbrista frustración? Inocentes y emotivos hasta las lágrimas pero recios ,de piel curtida producto de años y años de trabajo duro, agotador ,desquiciante y hasta enfermizo? No los se, pero el tiempo de las preguntas y los autoexámenes está por llegar.