Nadie podría negar que el gobierno de Enrique Peña Nieto fue uno de los más corruptos de la historia
moderna , el bacanal con el que se ofrendaron a si mismos espantaría a cualquier mortal, pasarán muchos años para que se conozcan las dimensiones de la montaña de fortunas que se amasaron, toda una desgracia para México, pero nada distinto en la proyección de la película actual, claro, los defensores de la #4T me querrán arrojar al fuego, pero en la realidad pesan más los nacientes hechos que día con día brotan de diferentes áreas, robo y desviación de dinero público que igual encontramos en la colocación de ventiladores para combatir a los pacientes de covid o en remodelaciones fantasmas que la ex líder de morena yeidkol polensky y que suman varias docenas de millones de pesos, pero esto es lo visible, solo que a manera de robo hormiga se han ido presentando denuncias sobre el mismo comportamiento pero en gubernaturas, municipios y alcaldías, acusaciones que aún no adquieren estatura suficiente para ser nota de ocho, pero qué refleja el espíritu bejaranista de muchos operadores y funcionarios de este partido. En varias entidades se puede ver el nacimiento de nuevos ricos, todos provenientes de la pasada elección y que ganaron de "rebote " y no por su talento ni buenas credenciales.
Peña nieto se fue y no es perseguido, solo a un par de sus excolaboradores, pero más con tufo de venganzas personales del mandatario como lo es con Rosario Robles, pero ninguna otra acción en contra de alguno de los capitanes que movieron recursos de manera grosera, pues esas mismas mañas las vemos ahora en el que debería ser el gobierno más transparente y aunque sea la voluntad del presidente de acabar con la corrupción, lo cierto es que a más de uno de sus generales le dio por aplicar la regla aquella de que "un político pobre es un pobre político". Y esto ya no es una suposición ni muchos menos "mala leche" de la mafia periodística, lamentablemente el robo institucionalizado es como la humedad, que por más que se resane con la postura de moralidad y todo ese rollo, los nuevos ricos de la 4 T comenzarán a ser muy visibles, tanto que muy pronto se conocerán como el gobierno de los nopales, a los cuales les saldrán cada vez más propiedades. ¿No me creen? Tengan paciencia y conoceremos el desfile de nuevos multimillonarios, cercanos a obras y empresas consentidas de esta 4T.