Trump y AMLO son igualitos, a los dos les da por meter mano en la caja china de los trucos, allá, el tal Donald usa a discreción lo del muro cada que se estrella en el suelo de las preferencias electorales y requiere avivar a sus xenófobos seguidores, aquí el temita del avión presidencial está tan sobado que ahora servirá de escenografía para la mañanera.
Así, como si se tratara de atracción turística con repartición de bocadillos y toda la cosa, mientras el piloto López Obrador da la bienvenida a el vuelo con destino a las playas de los liberales... tanto guión "chespiritiano" aburre, pero a la feligresía morenista le gusta de este tipo de espectáculos. Mientras los "otros datos ", los que no gustan en Palacio Nacional, son colocados en la mesa del debate por parte del INEGI y de Forbes en una radiografía que muestra el desastre en el sector económico de México.
Una encuesta levantada entre mayo y junio revela que el 93 % de las empresas en México recibieron de frente el golpazo de la crisis por el covid-19, algo que ciertamente no ha sido culpa de la 4T, pero que en el campo árido de los apoyos sirvió para abandonar a este sector, tan solo el 7.8 por ciento de esta área recibió respaldo, los cuales resultan insuficientes.
De las compañías afectadas, un 91.3 % ha tenido una disminución de sus ingresos, un 72,6 % ha recibido una caída en la demanda de sus bienes o servicios y un 33.9 % han resentido por la escasez de sus productos. La tragedia puede darnos para más números, más gráficas, pero, el punto es que solo una pequeña parte de estás empresas recibió apoyo en efectivo por parte del gobierno, empresas que tuvieron que renegociar deuda y créditos, sin estímulos fiscales, pues para el gobierno de la 4T no era vital, así que solo una fracción de este universo de empresas es el que ha podido vivir para contarla.
Y lo que es totalmente real, las empresas mexicanas tuvieron que reinventar sus mecanismos de venta, sea por medio de la internet y de muchas más variantes, no sin antes haber recurrido a recortes en su planta laboral, pero la realidad es que no han recibido auxilio de este gobierno, el cual no quiere saber de estímulos fiscales o de negociación de pagos en prestaciones.
Vamos, antes de la crisis covidiana el gobierno ya mostraba la guadaña y determinó amputar las extremidades de las cadenas productivas. El resultado lo conocemos todos; entramos en uno de los episodios más difíciles de la tragedia económica de México en toda la historia reciente, gracias a las dosis de inexperiencia y capricho de esos políticos noveles, que en la búsqueda de inscribirse en las páginas de oro de la historia, han neceado con el futuro de México. Pero de eso no se debe hablar, sólo del avión, de una rifa, del espectáculo con alas que entretiene a un público que sueña con sacarse la lotería.
No es regaño… es picotazo político.