¡Que conste... Los olvidados! (Sócrates Campus Lemus)

Nos comentaba, hace muchos años, uno de los viejos políticos que en México: “no se castiga el delito sino que se castigan los escándalos”, eran los viejos tiempos donde el poder era especial y su fuerza motora era el control de todo, hoy, el presidente genera una escandalosa lluvia de acusaciones generadas por los delitos cometidos por los grupos ligados al poder,