No me queda claro nada en relación a la Guardia Nacional.
Ni por haber sido aprobada por unanimidad, sin votos en contra ni abstenciones en la Cámara de Senadores. Veamos, no hay estrategias para combatir al crimen organizado y al narcotráfico, además las cárceles se pudren en corrupción y muchos gobernantes cómplices de los asesinos viven en absoluta impunidad. Los hoy a la cabeza de seguridad no tienen experiencia y rechazan las sensatas propuestas de personajes que sí saben como Manuel Mondragón. Y lo peor, entendamos, la formación civil, en todos aspectos, dista muchísimo de la instrucción y mística militar. Jamás se podrá comparar a un policía de crucero con un soldado y mucho menos a un General de la República con un improvisado y temporal político de escritorio. Podría asegurar que muchos que opinan en estos días sobre la Guardia Nacional no tienen ni idea de lo que se vivió en la zona de guerra en nuestro propio terreno, me refiero a Chiapas y al EZLN. No disponen de teoría política, menos de adoctrinamiento castrense. No se puede jugar con la reputación y menos operación de quienes son garantes de la soberanía nacional. La lealtad no es comparable con aquellos que a conveniencia no se respetan a sí mismos menos a la ciudadanía saltando de un partido a otro y correspondiendo a los que tanto criticaron, decidir con el dedo arriba. Revisemos los oportunistas intervenciones de algunos encorbatados apenas hace unos meses criticando severamente las ocurrencias de amlo en campaña y que hoy aplauden a rabiar o en su caso, aceptan cargos públicos sin moral alguna. A esos individuos se les puede equiparar con algún elemento grado superior de las Fuerzas Armadas? Esos que no se saben ni la letra de nuestro himno se sienten capacitados para ordenar a los militares qué y cómo ejercer sus funciones?. Y más aún, ese puñado de políticos mercantilistas que por décadas denostaron a las Fuerzas Armadas y los calificaron de asesinos son quienes hoy pasan revista en ceremonias nacionales?. Esos mismos que llenan los espacios públicos vociferando que son los soldados los que violan los derechos humanos, regalarán las estrategias a seguir para los uniformados?. He sostenido en varias ocasiones, El Ejército Mexicano, la Armada de Mexico, son el primer y último recurso para mantener la integridad de la nación, ni son policías ni albañiles para construir casas o aeropuertos. Y por cierto, para un militar es motivo de honor y altísima responsabilidad portar el uniforme nacional, en contraste hay muchos legisladores que no saben respetar el protocolo para ingresar a los recintos parlamentarios, vamos ni corbata llevan, creen que jugando con las “tablets” cumplen con su compromiso en tanto los soldados en los montes enfrentan a los crimínales. Verdad que hay evidentes diferencias? Y que conste que es pregunta