DESESTABILIZACIÓN A LA VISTA

sinpunto

Algo está pasando en México. Hay cosas que llaman la atención de algunos analistas y llevan una aviesa finalidad. No se requiere ser un experto para concluir que todo lo que ha venido ocurriendo en las últimas semanas tiene un origen y un destino. Para decirlo de otra forma, hay una finalidad inmediata en los actos que reiteradamente se

están presentando en la mayor parte de las entidades federativas, y que buscan generar la percepción de que la gente sea enojada y toma justicia por propia mano ante la ineficiencia de los gobernantes. Y no es que tenga la imaginación muy suelta ya que México está recibiendo una embestida que busca su desestabilización.

Hasta ahora, el motivo principal es lo ocurrido a los estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero. En lo personal creo que lo que están buscando quienes tienen las manos metidas en el problema es ensangrentar al país para hacerse del poder. La pregunta que los especialistas se hacen ha sido muy fácil de responder para algunos, quienes de inmediato han volteado a observar el comportamiento de uno de los aspirantes a la Presidencia de la República que piensa y promueve que son dos las veces en que le han robado la elección. Otros se preguntan si el señor Andrés Manuel López Obrador sería capaz de realizar algo tan perverso, y de inmediato se contestan que no sólo eso, sino que su enfermedad por el poder lo puede llevar no tan sólo a ensangrentar al país, sino a establecer una dictadura producto de los odios que lleva acumulado en los últimos años.

Desconozco si el señor López Obrador esté detrás de los actos vandálicos de maestros y alumnos que se han dado en la mayor parte del país, pero me parece que de comprobarse esa circunstancia se haría merecedor, no tan sólo al escarnio público, sino a unos buenos años de cárcel. De no ser el tabasqueño, creo que antes que permitir un baño de sangre en el que salgamos perdiendo todos los mexicanos, debiéramos pensar en que cualquier proyecto de seguridad nacional pasa por colocar el interés de las mayorías por encima de las minorías.

Alguien está pretendiendo incendiar al país y desde las estructuras gubernativas muchos lo están ayudando. La inacción puede ser producto de muchas cosas, pero la timoratez no debe ser la identidad de quienes tienen a su cargo la noble tarea de conducir a este pueblo por los senderos del progreso y el bienestar. Ni los gobiernos estatales ni el gobierno federal han hecho mucho para imponer el estado de derecho, y algo que comenzó provocado por las izquierdas del país, está siendo aprovechado por esas mismas izquierdas para alcanzar el poder mediante la desestabilización y el desorden. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.