Mal la ha pasado el a presidente de la República, Enrique Peña Nieto, en las últimas semanas a causa de la crisis generada por el Partido de la Revolución Democrática con la postulación de candidatos con ligas delincuenciales, y que tienen al borde del colapso al estado de Guerrero. Ante la incompetencia del gobernador Ángel Aguirre Rivero para dar
con el paradero de los 43 normalistas que desaparecieron en Iguala, ha sido el Gobierno Federal quien ha realizado investigaciones y destinado a 10 mil elementos federales para localizar a esos jóvenes que desaparecieron hace poco más de un mes. La crisis nos alcanzó a todos, y creo que por mucho que los perredistas han estado buscando sacar la mejor parte del problema, lo cierto es que esta vez los ciudadanos no se tragaron la estratagema y seguramente tendrán un resultado desastroso en la elección del año venidero.
El presidente Peña había tenido dos años ininterrumpidos de éxitos, al grado de que fue considerado el estadista del año y todos elogiaban su pericia política para alcanzar las reformas estructurales en materia energética y fiscal que tanto demandaba el país para adquirir la capacidad de generar recursos en suficiencia para combatir de forma más eficaz la pobreza. Para su desgracia y la nuestra, la crisis originada por el secuestro y desaparición de 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos, ubicada en la ranchería de Ayotzinapa, ha sido como un vendaval que derribó los pilares de la gobernabilidad y la capacidad del Estado para imponer el orden ante la subversión iniciada por normalistas y continuada de forma delincuencial por los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero, quienes en el paroxismo de la imbecilidad decidieron atacar la casa sede del gobernador del Estado. Tarde que temprano lo tendrán que pagar.
De acuerdo con mi personalísima apreciación de lo que ha ocurrido y lo que debe ocurrir, creo que algunos miembros del Gabinete Presidencial han dejado de ser útiles al presidente Peña Nieto. Y no es que tenga yo fobia por alguno de ellos, simplemente es que en la crisis que están enfrentando ninguno ha sido capaz de tomar las riendas políticas, y mucho menos las gubernamentales para amainar los efectos de la crisis. Aquel que recibiera con bombo y platillo a los estudiantes paristas del Instituto Politécnico Nacional parece haber perdido la magia y ahora se ha sumergido en el mundo de la mediocridad.
Cuando el Fiscal de la Nación no encuentra el hilo de la madeja que conduzca a la solución del problema en Guerrero, es que algo está pasando. Cualquier persona que desaparezca tiene el derecho de ser buscado por los especialistas y los no especialistas, hasta ser reintegrado a su hogar. Pero hay que decirlo con todas sus letras, hasta ahora nadie ha reparado en la ineficiencia de la dependencia encargada de la procuración de la justicia, ni en los errores que ha cometido. El equipo de seguridad y el encargado de hacer política han dejado mucho que desear y creo que ha llegado la hora de los cambios. El presidente necesita oxigenar a su equipo para llegar bien a la elección del año venidero donde el voto de castigo será parejo. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.