Sin lugar a dudas la política es una de las profesiones mas curiosas, y quizá la carrera mas ingrata que alguien pudiera escoger si tuviera decencia. Por eso es que dicen que la política no es de santos, pero cada día me convenzo mas que aparte de eso, los demonios invaden las decisiones de tírios y troyanos. Y no es que quiera denostar a quienes decidieron abordar esta ocupación pensando en el bien común, sino que las cosas que han ocurrido en los últimos años nos dicen que lo que debió ser una de las profesiones más nobles esta terminando por ser una de las actividades más abominables para los Mexicanos. Para ejemplificar mejor lo que señaló, me referiré al caso que han mantenido los medios de comunicación en su agenda de los últimos días.
David Korenfeld es uno de los hombres más cercanos al Presidente Enrique Peña Nieto, además de ser su amigo desde hace muchos años. Es un hombre que adquirió una especialización acerca del vital liquido porque es un sector que ha trabajado durante más de diez años. Para decirlo de mejor forma, es uno de los especialistas con que cuenta este país en materia hídrica, que por cierto no abundan. Por eso llego a la Comisión Nacional del Agua. Es un hombre afable, como lo demostró en un congreso en Ixtapa hace muchos años donde se puso a platicar con mi madre durante más de media hora. Me parece que estaba en el lugar adecuado, y que desarrollaba una excelente labor. Desde luego que las inquinas políticas siempre restan por encima de la eficiencia, y eso ha provocado que la propuesta que realizó para ejercer un mejor control del agua fuera retomada por panistas y perredistas para iniciar un diferendo que se convirtió en reyerta, con la bancada del Partido Revolucionario Institucional.
David Korenfeld cometió el error de utilizar el helicóptero de la dependencia que encabezaba para un servicio personal, y eso le provocó un brutal escándalo y lo convirtió en el malo de la película en la política mexicana. Paso de ser un funcionario de alto nivel de eficiencia a convertirse en un forajido que representa a lo peor. Y la mejor muestra es que la bancada panista en el Senado pidió que la renuncia de David Korenfeld como titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) “no se quede ahí”, y que la Secretaría de la Función Pública le aplique la ley, porque su trabajo no es proteger amigos. Fernando Herrera, quien la hace de
Coordinador Parlamentario, dijo que renunciar era lo menos que podía hacer Korenfeld. Textualmente espetó: “Que no quede ahí nada más. La simple renuncia del titular de Conagua no resuelve el problema de fondo; hubo una conducta ilícita que debe de repararse y el titular de la Función Pública debe empezar a demostrar que está ahí para aplicar la ley, no para proteger a los amigos del titular del Ejecutivo”.
Efectivamente, cometió un error que le ha costado prácticamente su carrera publica, y eso quiere decir que el país pierde un excelente técnico en materia hídrica, y seguramente la iniciativa privada ganara un elemento con un alto grado de especialidad. El odio que en su discurso expresa el señor Fernando Herrera es brutamente desolador para el panismo, porque que yo sepa nunca dijo nada cuando el Gobernador de Morelos Sergio Estrada Cajigal utilizaba el Helicóptero Oficial para pasear a sus innumerables conquistas. Para mayor referencia le decían "El Helicóptero del Amor". No cabe duda que la política en México ha dejado de ser salvaje para convertirse en cavernaria. En esta ecuación perdemos todos. Pierde el Presidente a un excelente colaborador, pierde el país a un hombre sabio y conocedor del tema hídrico, y perdemos nosotros por los proyectos futuros que traía y que alguna vez platicamos. Lamentable por donde se le quiera ver. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.