López Obrador y el PRD

sinpunto

El PRD tiene mucho de que preocuparse. Y no es que enfrente una posible amenaza que lo colocaría contra la pared en la elección del 2018, el problema es que puede encontrarse con una lamentable realidad. Después de los resultados obtenidos hace

apenas unos días, antes que justificaciones debieran encontrar el móvil de sus derrotas. Me parece que eso seria lo mas importante en estos momentos en que pareciera que la izquierda mexicana aparte de disminuida se divide aun mas. Tener varias franquicias políticas pudiera ser el principal elemento de dispersión de un proyecto político que debiera ser único para estar en posibilidad de competir con posibilidades reales de ganar.

Sumando los votos de las izquierdas, podemos decir que alcanzaron menos de la tercera parte de los emitidos por los votantes. Eso quiere decir que si fueran todas unidas podrían ser competitivos en el 2018 porque panistas y tricolores también resultaron disminuidos. Lo que menos tiene que preocuparles es el "fenómeno independentista", porque se presentará en casos extremos y francamente no existen condiciones para que en una geografía tan distinta la gente encuentre motivos de unión y de articulación en materia política con un espontáneo. El presunto reclamo de Jesús Ortega a López Obrador resulta una velada una invitación a caminar juntos nuevamente. Al tabasqueño tampoco le alcanzara en el 2018 si va sólo. Por mucho que haya despotricado contra los perredistas, que fueron los que le encumbraron, necesita de ellos para ser competitivo.

Ya no habrá termómetros para medir posibilidades. La fortaleza de Morena solamente se sintió en el centro del país. En otras latitudes ni siquiera figuro con posibilidades de consolidación. López Obrador debió darse cuenta de que su figura no le garantiza votos en suficiencia para emprender nuevamente la carrera presidencial que inició hace meses. Para decirlo de otra forma, el señor López Obrador requiere de alianzas grandes y pequeñas que le permitan establecer una estrategia ganadora en cada rincón del país. De no hacerlo de esta forma terminará por contentarse con igualar el récord de tres candidaturas de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Por lo que toca al perredismo, difícilmente se levantará si no encuentra motivos de unión con esa izquierda dispersa y extraviada que no atina a entender que necesita unión y no separación si quieren seguir en el escenario político mexicano. Lo delincuencial de los funcionarios pasara al olvido en unos cuantos meses porque así funciona el electorado mexicano.

El PRD está preocupado porque sabe que de no unir esfuerzos puede caminar por el mismo sendero del Partido del Trabajo. Pero antes que unir esfuerzos con los demás debieran hacer un acto de contrición y aceptar su actualidad delincuencial. Para resolver un problema hay que aceptar que se tiene un problema. Y el PRD lo tiene. Lo mismo aplica para el Señor López Obrador, quien en un acto de honestidad debiera reconocer que de no hacer alianzas se repetirán los dos escenarios anteriores. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.