El escenario político mexicano enfrenta un difícil problema de indefinición ideológica. Hasta ahora los partidos políticos no han sabido entender que las ideologías sirven para la estructuración de los programas gubernamentales, es decir, que solamente a través de las ideologías se establecen los parámetros de atención para cada uno de los sectores sociales. El favorecimiento hacia un determinado grupo poblacional encuentra en las ideologías su razón de ser, pero también las concepciones acerca de la libertad, los linderos de la propiedad pública y privada, y las inversiones gubernamentales, encuentran su razón de ser en las ideologías. El,ordenamiento y el reordenamiento de las sociedades responde a la estrategia poblacional surgida de las ideologías, de ahí que los pueblos y los países se distingan por el perfil ideológico de sus gobiernos.
Por ello conviene señalar que sin lugar a dudas las izquierdas de este país se han mantenido en crisis permanente. Independientemente de que así sea su naturaleza, mucho quiere decir la formación de sus liderazgos en los momentos en que la proscripción formaba parte de su lucha. El clandestinaje fue su destino durante mucho tiempo, y pareciera que la forma se les convirtió en el fondo. Quizá eso es lo que no acaba de entender Agustín Basave. Pretender que la política interna del perredismo se convierta en una ínsula de placer es una equivocación. No es nueva la lucha entre las falanges de izquierda, y muchas veces las divisiones se han decantado mediante acuerdos cupulares o el enardecmiento de las bases de acuerdo al momento y a la causa. Pero,lo que hay que marcar y remarcar es que el pedir ideológico ha sido hasta ahora, desdibujado por esos vaivenes que les imponen las pretendidas alianzas.
Desde su arribo a la dirigencia del Sol Azteca el señor Basave señaló que su principal tarea sería establecer acuerdos con otros partidos para ir en alianza en las doce elecciones para gobernador que habrá en el 2016, pero seguramente pensó que le bastaba con ser dirigente para hacer las cosas a su manera y sin condicionamientos de ninguna índole. La equivocación aunque no grave, le está generando problemas porque no atina a comenzar por establecer las bases de una negociación con los panistas principalmente, cuando las distintas corrientes internas y los grupos de poder levantan la voz para oponerse o simplemente para establecer espacios de dilación que les permita recomponer los acuerdos internos y señalar la ruta a seguir.
El primer paso que debió dar el señor Basave fue entender el funcionamiento interno de su nuevo partido, y la composición de los pactos que han dado surgimiento a las diversas corrientes de opinión y a las llamadas "tribus". Las bases siempre están dispuestas a caminar en el sentido que les marcan aquellos que les han otorgado prebendas a lo largo del tiempo. Basave debiera analizar la forma en que las distintas izquierdas del PRD lograron conjunción para la formación y conformación del partido, y aplicarse en comprender que cada negociación, con grupos divergentes y disímbolos, tiene una connotación diferente. De no hacerlo así, la renuncia será el siguiente paso. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.