La delincuencia oficial citadina

sinpunto

Hay muchas cosas que ocurren en una ciudad como la Capital de todos los mexicanos, y una de las principales es que en cada contingencia ambiental todos pagamos por la ineficiencia de Tania Muller, mejor conocida en el argot popular como "Tala Muller”, y lo peor es que hasta ahora el señor Miguel Ángel Mancera se ha convertido en un cero a la izquierda porque las decisiones se las toman en la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

 

Cada día estamos más jodidos ante la ineficiencia del señor Mancera y el cinismo de Tania Muller. Pero no tan solo es lo ambiental. También hay otros rubros en los que las irregularidades son brutalmente ofensivas al entendimiento humano.

Defínese al servicio público como el conjunto de facultades del gobierno que se encuentra activa o autorizada a los particulares, creada y controlada por la ley, con la intención de regular de forma continua las actividades dirigidas a la satisfacción de una necesidad colectiva de interés general, y sujeta a un régimen especial del derecho público. Para decirlo en palabras llanas, la autoridad cede a los particulares la prestación o el aprovechamiento de un servicio que por ley está obligado a brindar. Marcelo Ebrard Casaubón concesionó o a diversos familiares la operación de las grúas para remitir a los corralones aquellos vehículos que hacen aprovechamiento de la vía pública sin el pago correspondiente, o simplemente porque estaban mal estacionados o aparcados en lugares prohibidos.

Los abusos, por ser familiares del Jefe de Gobierno, fueron constantes e hicieron ricos a los detentatarios del servicio. El auge de vehículos en los corralones nunca fue tan recurrente, es más, se tuvieron que rentar diversos espacios para habilitarlos como corralones oficiales. El problema es que se fue Marcelo y el “negocio” sigue viento en popa, pero ahora administrado por alguien muy cercano al Jefe de Gobierno según dicen las malas lenguas. Un simple ciudadano captó el momento en que un operario de una grúa enganchó un vehículo que estaba estacionado en lugar permitido en la colonia Chimalistac, por lo que procedió a grabar toda la operación. 

No se colocaron los sellos en las puertas como indica el manual, por lo que el ciudadano procedió a realizar un reclamo al operador quien simplemente contesto que se llevaban el automóvil “"por sus guevos”. Quien tuvo que dar la cara fue el agente de tránsito Yahir Calderón Hernández, pero en el corralón le negaron los datos del operario debido a que era un civil. Aunque no le guste al señor Mancera, lo que hicieron fue un robo de vehículo, y si tuviera decencia tendría que consignar tanto al Agente de Tránsito como al particular que muestra la evidencia fotográfica. Robo es el apoderamiento de un bien ajeno. La cadena de mando también es responsable de la comisión del delito, entre ellos el propio Mancera. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.