En el estado de Morelos se ha llevado a cabo un ejercicio inédito entre diferentes actores que podrían conformar una coalición electoral con miras a la elección presidencial del año venidero, y cuya búsqueda incansable hasta ahora es la conformación de un frente amplio de fuerzas opositoras que logren establecer una mayoría que permita realizar una transición pactada en la que, desde luego, no tendría lugar el Partido Revolucionario Institucional por ser el causante de todos los males del país.
Claro está que esta buena intención para reconfortar las mayorías estables en el país no es más que otro intento que evite el avasallamiento que intenta realizar Andrés Manuel Lopez Obrador.
El principal organizador ha sido Graco Ramírez Garrido Abreu, gobernador de Morelos, quien logró una considerable asistencia de propios y extraños que disertaron acerca de ese espacio de la democracia a la que se ha tildado de transición.
Claro está que ante la eventualidad de que la mayor parte de los invitados y asistentes fueran miembros del Partido de la Revolución Democrática, uno de los disertantes decidió abandonar el recinto en cuanto el grupo que le tocó cumplió con el objetivo. Rafael Moreno Valle fue enfático en la posibilidad de ampliar el espectro de la participación de las fuerzas políticas en este esfuerzo conciliatorio en el que pudieran caber todos para evitar la exclusión.
Sin lugar a dudas Silvano Aureoles, gobernador de Michoacán, mostró mayor conocimiento de la circunstancia democrática del país cuando señaló que una transición pactada no puede ser excluyente y aislacionista, porque si se trata de recomponer y enmendar el camino, todos tenemos que volvernos corresponsables de nuestro destino. Para decirlo mejor, de lo que se trata es de repensar el país y reorientar los esfuerzos de todos los mexicanos por construir una patria mejor y más generosa.
Pero como siempre, no podían faltar los disensos, y fueron aquellos que mayor encono guardan por las dificultades que encontraron durante su activismo social y político, los que sacaron a relucir esos odios contra quienes por ahora detentan la conducción del Estado y a los que tildan de ser los causantes de todos los males y quienes los han marginado de la posibilidad de construir un país distinto y más igualitario.
Creo que en la sesión de ayer quien mejor talante mostró fue el gobernador de Michoacán, que en muchas ocasiones refirió que se necesita que todos se involucren en el diseño de un país más justo e igualitario, dejando atrás las rencillas y los enconos. Enhorabuena por Graco Ramírez Garrido Abreu por esa disposición para unir a tirios y troyanos en el diseño factible de un nuevo país y mejores oportunidades para que todos aportemos lo mejor de nosotros par unir lo disperso y elegir lo más viable para el destino que nos hemos planeado. Al tiempo.