Sin lugar a dudas, Manuel Velasco Coello es un gobernador “moderno”, amable, afable y a la vez un hombre inmensamente rico. También es fanático de los caballos,
de la monta, de las suertes charras, y de todo lo que se relaciona con los equinos. Es más, hasta construyó un estadio en la capital del estado que gobierna, para que la gente disfrute de las suertes charras realizadas por los hombres a caballo, y que desde hace poco menos de seis años aumentó considerablemente en la entidad.
Claro está que la mayor parte de sus gobernados no están de acuerdo en eso de que el señor gobernador les haya construido un estadio con todo y lienzo charro, para ver a hombres y mujeres poseedores de briosos caballos lucirse ante la concurrencia, porque la mayor parte de los habitantes del estado no tiene recursos, ni siquiera para mal irla pasando, y mucho menos como para comprarse un caballo y disfrutar de las fiestas charras que tanto gustan a su gobernador.
No sé si el “güero”, como le gusta que le digan, haya tomado esa decisión simplemente porque piensa que sus gustos son los mismos gustos de esos hombres y mujeres que todos los días se afanan por alcanzar, al menos lo del día, para satisfacer las necesidades de su familia, porque bien hubiera podido hacer muchas cosas con ese dinero para que sus gobernados vivan mejor y tengan un poco de holgura económica, para que pasen menos hambre.
Pero en fin, las preferencias de los gobernantes muchas veces se traducen en excesos simplemente porque se les viene en gana hacer, construir, edificar, o estructurar alguna ocurrencia. El problema es que lo hacen con dinero que no es de ellos, sino de los ciudadanos que aportamos vía impuestos para mantener el aparato del Estado y los programas que se estructuren mediante los integrantes de los congresos locales. Para decirlo de otra forma, es ahí donde se orienta el gasto público.
Pero si algo tenemos que reconocer al güero, es que de pronto la vanidad se le encima y le da por sentirse todo un estadista, de esos que toman decisiones acertadas y que son queridos y amados por los ciudadanos. Por lo pronto, en otro de esos momentos de vanidad, ahora que le toca presidir laConferencia Nacional de Gobernadores (Conago), declaró que los gobiernos estatales respaldan la figura de los coordinadores estatales con que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, proyecta sustituir a los delegados federales.
“En general hay un ánimo de respaldo”, fueron sus palabras, y claro que nunca vio el rostro de los gobernadores, porque muchos de ellos mostraron un gran malestar por las palabras del presidente en turno de la Conago. Hasta ahora, la mayor parte de ellos han externado su preocupación por la tónica centralista de la toma de decisiones del presidente electo, y su temor de que haya una ruptura en el pacto federal. ¿En qué reunión habrá estado el “Güero Velasco”? Al tiempo.