Quien haya pensado que había visto todo lo que puede hacer Andrés Manuel López
Obrador con el país, es que no conoce los verdaderos alcances del populismo hecho doctrina de gobierno y la forma en que se opera para mantener el incremento de adeptos una vez tomadas las riendas del Estado. Por lo pronto el principal deporte del Modelo bolivariano y que presuntamente es practicado casi todos los días por el ahora Presidente de la República, ha sido nombrado el deporte oficial del sistema educativo nacional.
Por si no bastaran las predicas del modelo chavista, porque hay que señalar que hasta ahora no existe nadie que pueda cuestionar al Jefe del Ejecutivo en cuanto a sus decisiones unipersonales corresponde, habrá que apuntar que el modelo educativo que hemos concebido y practicado desde que Justo Sierra ocupará la titularidad de la recién creada Secretaria de Instrucción Pública al inicio del Siglo pasado, quedará como un simple recuerdo del florecimiento de la enseñanza en este país, porque lo que se avecina no tiene nada que ver con lo que ahora practicamos.
El señor López Obrador no ha dado indicios hacia donde pretende encaminar al sistema educativo nacional, con un Esteban Moctezuma Barragán que vio florecer sus mejores años durante el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León, donde ocupara la cartera de Secretario de Gobernación y posteriormente la de titular de la Secretaria de Desarrollo Social. Es importante señalar que previamente estuvo al frente de una de las subsecretarias de Educación Pública, donde seguramente nunca obtuvo experiencia como maestro.
Ahora como titular de Educación se convertirá en el pivote ideológico de las nuevas generaciones insertas en el modelo educativo chavista, y sin lugar a dudas será el encargado de la nueva mística educativa y de formación bolivariana del actual régimen para que sean los fuerzas leales del mañana. Así lo quiere el tabasqueño y por lo pronto no se avizora nadie que pudiera controvertir esa decisión. Lo que hasta ahora no entiendo es que a ese proyecto de gobierno se hayan sumado personajes inteligentes, pero las decisiones del poder son así, inexplicables en su mayoría.
De cualquier manera el destino del México que nosotros hemos concebido en nuestras aspiraciones colectivas no tendrá nada de lo que hasta ahora hemos conocido y construido, porque pese a sus deficiencias en materia de salud personal, López Obrador es un tipo empecinado y no cejará en el empeño de alcanzar la formación y conformación de un país similar al que diseñara Hugo Chávez con predicas patrioteras que nada tienen que ver con la ilimitada pobreza que enfrentan los venezolanos.
El próximo destino de este país es la pobreza generalizada, porque los modelos populistas no generan riqueza, por el contrario, lo único que hasta ahora han propiciado es la profundización de la desgracia colectiva que es la pobreza. Los hombres y mujeres del dinero podrán salir avante cambiando de lugar sus inversiones, y eso lo hacen aprendo un botón, no así quienes dependemos de nuestro trabajo todos los días, del esfuerzo de nuestra cotidianidad. Tampoco faltará quienes maldigan la hora en que creyeron las predicas del ahora mandatario, pero será demasiado tarde.
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.