Donald Trump se ha convertido en el dolor de cabeza para el gobierno
mexicano, y eso no es bueno porque significa que pretende jugar al gato y al ratón. Desde luego que el ratón seremos nosotros, y al paso que vamos tendremos que seguir aguantando sus embates para que los mexicanos seamos quienes aceptemos el papel de malosos por permitir el flujo de migrantes centroamericanos a territorio norteamericano, lo que el señor Trump asume como una grave falta del Gobierno de México.
Francamente tampoco entiendo la necedad del Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Andrés Manuel López Obrador, por convertirse en el paladín de los desposeídos, ya que no tan solo se asume de esa forma entre los mexicanos, porque ahora también se lanza a organizar el desarrollo de Centroamérica, con lo que está provocando a la nación más poderosa del mundo al pretender internacionalizar sus acciones en torno al tema de la migración. Hasta ahora sigue sigue siendo una pretensión, pero podemos estar seguros de que irá más allá.
Por lo que corresponde al comportamiento del señor Trump, los demás países tienen que aguantar sus sandeces. Y no es que el señor Trump sea un sobredotado en el terreno de las controversias diplomáticos, pero durante su vida empresarial acumuló kilómetros de mañas y trucos para alcanzar y hacer realidad sus ambiciones personales. Y mire, para construir la fortuna que detenta, dio a conocer esa rara habilidad que ha ensayado toda su vida para crear problemas y resolverlos. Pero también hay que decir que gran parte de ella la construyó explotando a la belleza femenina.
Donald Trump ha venido ejerciendo el gobierno de Estados Unidos de forma peculiar, y resulta difícil de explicar porqué ha sido sido uno de los presidentes más populares, y es que no tan solo han sido sus ideas radicales y sus desplantes verbales para agredir a los adversarios políticos, también ante los mandatarios del mundo se asume como el paladín de los equilibrios. Por desgracia el mandatario norteamericano conoce muy bien la forma de mantener acorralados a quienes considera adversarios, y por desgracia para los mexicanos, nosotros tenemos esa consideración.
Francamente creo que la forma en que Andrés Manuel López Obrador ha mantenido la relación con Estados Unidos en estos meses tendrá un punto de quiebre. El desplante de “” recuerde que no me falta valor, que no soy cobarde ni timorato sino que actuó por principios”, creo que ha sido un exceso, y también creo que debió recordar que tiene la responsabilidad de velar por el bienestar y la seguridad de más de ciento veinte millones de habitantes con que cuenta este México tan nuestro y tan Donald Trump sabe hasta dónde puede llegar porque siempre ha sido altanero, y también tenemos que reconocer que aparte de altanero es prepotente.
La mezcla de los negocios con la política nunca ha estado separada para el, y así lo asumió cuando decidió competir por la Presidencia de los Estados Unidos. México tiene que incrementar las medidas para frenar la invasión de migrantes a los Estados Unidos. Y desde Londres afirmó que no aceptará excusas, y si no detenemos el flujo migratorio, llevará adelante su amenaza de imponer aranceles. Donald Trump señaló que no quiere oír que México es dirigido por Cárteles, seguramente por el desarme que sufrieron los soldados en Michoacán, no será fácil discutir el tema migratorio.
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.