Otra Vez La Burra Al Trigo

Sin punto y coma 
La Real Academia de la Lengua Española define la palabra “estadista” como
persona con gran saber y experiencia en los asuntos del Estado. Una frase de Sir Winston Churchill, define claramente lo que es un hombre de Estado: “El político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. Por cierto, en este país una vez que tomo posesión Andrés Manuel López Obrador, mencionó mucho el tema de consultar a los mexicanos acerca de la revocación del mandato.
 
 
Claro está que lo dejo de lado cuando los sus principales críticos comenzaron a cuestionar la verdadera intención, porque una vez que pusiera a disposición a la masa la pregunta de ¿si debiera legislarse para revocarle el mandato? Seguramente sus huestes dirían que no, y con toda probabilidad la siguiente pregunta sería acerca de la posibilidad de establecer en la Constitución la reelección presidencial, con lo que tendría la autoridad moral para solicitar al Congreso que legisle en ese sentido.
Hasta ahora Andrés Manuel López Obrador ha seguido al pie de la letra el librito diseñado por Hugo Chávez, ese que ha servido de Modelo de comportamiento a quienes practican las predicas populistas en la parte sur del Continente. Y debo señalar de forma responsable que hasta ahora el Presidente de la República nunca ha pensado en las siguientes generaciones, porque su voluntad está encaminada a ganar todas las elecciones que se realicen en los estados, mediante la figura de los “Súperdelegados”, que cuentan con todo el apoyo de la federación para convertirse en los siguientes gobernadores.
El problema del Presidente de la República es que pretende concentrar tanto poder, que ha cometido graves equivocaciones que le han costado mucho dinero al país y a la gente, y ese analfabetismo económico ha sido hasta ahora su talón de Aquiles por esa forma unipersonal de tomar decisiones sin que permita que especialistas le otorguen una visión más certera ya que siempre cree tener la razón. Quizá cuando aprenda a escuchar pueda alcanzar y mantener una visión cercana a la realidad para que la toma de decisiones tenga resultados favorables.
Ante la eventualidad de que el Presidente Donald Trump cumpla la amenaza de imponer aranceles a los productos mexicanos, la única reacción que tuvo fue la de organizar una gran concentración en la Ciudad de Tijuana, y aún cuando Fitch Ratings degradó la calificación soberana de México, y Moody’s cambio de estable a negativa la perspectiva crediticia, y por consecuencia la moneda Mexicana sufrió una grave degradación, el Presidente hace lo que mejor sabe: organizar una manifestación de protesta y anunciar una lista de productos norteamericanos que podrían ser sujetos de aplicación de aranceles. Seguir montado en su burro, como se dice coloquialmente, le puede salir muy caro a este México tan nuestro. Pero no creo que le importe.
 
 
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.